Capítulo 17: En el Retiro

96 17 0
                                    

Dana

La Navidad es una época de sentimientos encontrados. La alegría de reencontrarte con tus seres queridos, la tristeza por los que no están, la diversión de las fiestas de empresa y de colegas y el bajón que dan las resacas de los días después.

Para mí siempre ha sido una época para festejar, beber y divertirme. Pero también de trabajar, porque mis padres están a tope con decorados de empresas y sus respectivas fiestas. Mis padres y hermanos no dan abasto en la empresa y necesitan manos extra. Las mías y las de Paul, un chaval que está terminando sus estudios de veterinaria.

Ayuda a mis padres desde hace años por que le conocemos del barrio y la gente de barrio somos así. Hoy tenemos un montón de entregas, pero la que más me gusta es la última. A las 5 de la tarde debemos ir al retiro porque por lo visto van a hacer una sesión de fotos navideñas.

Tengo muchas ganas de ver este tipo de cosas. Un gran montaje, las luces, las cámaras, maquillaje y esas cosas. Por lo visto es la campaña de un famoso perfume así que habrá mucha gente famosilla. O eso creo.

En fin, hemos hecho casi todos los pedidos y aunque nunca me he fijado en Paul este año le veo más guapo que otras veces. Quizá porque le ha crecido la barba y está más... fuerte. No sé, el caso es que llevamos todo el día con miradas, tonteos y toqueteos.

Llegamos al retiro y ponemos todas las flores donde nos dicen. Hace mucho frío y además ayer nevó bastante, así que, el retiro no puede estar más bonito. Tan blanco, tan navideño todo. Eso me da buen rollo. Una chica se acerca a nosotros para indicarnos cómo colocar las cosas y el decorado y eso.

— Hola chicos, soy Sara —me tiende la mano, se la doy y se la ofrece a Paul, que también se la da—. Bien, venid conmigo.

Nos enseña donde va todo y al cabo de un rato nos manda a la parte trasera donde han montado una especie de plató cubierto por una pérgola, nos dice que entremos ahí y que debemos ambientar en su interior una escena típica navideña con el pino, todas las plantas, nos trae adornos para los árboles y un montón de cosas.

El retiro estará de fondo y nuestro decorado será el centro de todo. Nos ponemos manos a la obra y al terminar Sara nos dice que dentro de uno de los camiones han montado una especie de salita de café para que podamos tomar algo y relajarnos hasta que empiece la sesión. Que aún quedan un par de horas. Y que tiene que llegar todo el mundo.

Entramos en la salita llena de sillas, mesas con comida y bebida y una especie de biombos que nos han dicho que es para que se cambien los modelos. Madre mía, modelos y todo. Nos tomamos un chocolate caliente y estamos gastándonos bromas. De repente Paul se queda serio y me mira. ¿Hola? ¿A este que le pasa?

Se acerca a mí y me agarra de la mano, mientras se ríe me dice que le siga calladita. Entramos dentro de uno de los biombos que tiene un perchero y un sillón y se sienta, tira de mí haciendo que caiga sobre él.

— Dana, Siempre he querido saber que se siente al estar contigo. Eres como una ninfa, guapa, cariñosa y me pones mucho. Sé que sólo sería un polvo, pero me gustaría que fuese ahora. Aquí.

Me mira esperando una respuesta y yo... ¿Qué le digo?

— Si esto no supone que cambies conmigo y sigamos siendo amigos vale, pero no va a haber una segunda vez. ¿De acuerdo?

Asiente con la cabeza, tira de nuevo de mí y agarrándome de la nuca me besa.

Es un beso tierno, muy tierno. Se nota que está nervioso y yo le sigo el ritmo, total desde que me encontré con Luca en el restaurante el otro día no tengo muchos ánimos para nada. Y Paul, al ser tan tierno me viene bien. Me tranquiliza.

Un amor diferente. (Serie Amor Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora