Capítulo 14: El triste final

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Luca

He llegado a su portal y estaba abierto, he subido por el ascensor y he visto la puerta que Jorge me ha dicho.

Debajo del timbre hay una nota.

"Si al final te arrepientes y vuelves la llave está bajo el felpudo, espero que si eres un ladrón robes en otro lado, nos estamos mudando y no tenemos nada de valor ;p"

Bien, cojo la llave que efectivamente está bajo el felpudo. Abro la puerta y entro. En la sala parecen escucharse ruidos, entro y me encuentro con una escena escandalosa hasta para mí.

Dana, mi diosa pelirroja está sentada en un sillón con los pies sobre él, la cabeza echada hacia atrás y los ojos cerrados jadeando. La cabeza de una chica rubia está entre sus piernas y obvio está comiéndole el coño.

El amigo de la cafetería, está dando por detrás a la rubia. Coje un pezón de Dana estira de él, le da una fuerte cachetada a la rubia y entonces ¡festival de gemidos!

No he podido dejar de mirar. Dentro de mi cuerpo noto que algo se rompe, se despedaza. El pedestal de Dana se rompe en pedazos y Dana cae hasta lo más profundo.

¿Esto es por lo que Dana ha pasado de mí? Sus palabras, todas mentiras. ¿Exclusividad?

No la quería, queda claro, me engañó. Debí hacerle caso y no insistir para volver a verla. Debió ser una más, cómo todas las demás. Igual que yo solo he sido uno más en su camino. Ahora mismo lo entiendo. Ahora mismo, la escena me parece sacada de una película porno. Ahora mismo parece una Puta.

Y no sabéis cuanto me duele pensar así. Han pasado dos PUTOS días desde que me dijo que sí a intentarlo solo conmigo.

DOS. PUTOS. DÍAS.

Entre jadeos su amigo empieza a decir algo

— Me encanta verte la cara cuando te corres Dana. Eres preciosa Amor.

¿Amor? ¿Amor? Pero no decía que solo eran amigos. ¿No decía que si fuese su novio no se habría acostado conmigo?

¡MENTIRA! TODO. UNA. PUTA. MENTIRA.

— ¡¿QUÉ COJONES ES ESTO??

Me ha salido solo, yo me quería dar la vuelta e irme. No necesito más. Estoy roto. Más que roto. Jamás he sentido esto.

Ella abre los ojos verdes que me han llevado a esta mierda y me mira. Los tres me miran. Se nota su desconcierto. Obvio no me esperaban a mí.
El chico sale de la rubia, la rubia se incorpora y se tapa con una camiseta que hay en el suelo y Dana baja las piernas del sillón. Pero no se tapa. Me mira como si no me conociera, es una mirada fría, sin sentimiento.

— ¿Vas a seguir mirando o quieres unirte a la fiesta?

La voz de Dana me resulta extraña ¿Cómo puede decir algo así? Me lo dice tranquila, su amigo, novio o lo que sea de ella la mira con el ceño fruncido.

Se nota que están algo borrachos, hay bastante alcohol en la mesa. Dana se levanta y se acerca a mí despacio y desnuda. Y yo no puedo dejar de mirarla porque es mi diosa. Mi jodida diosa de mierda.

El chaval coje a la rubia del brazo y salen por un pasillo del fondo. Sólo estamos ella y yo y si no estuviese con el cabreo y la decepción que tengo encima me la follaba ahora mismo sin importar lo que ha pasado aquí. Porque Joder no puedo mirarla y que no me guste.

Pero me ha demostrado que es una puta mentirosa. Que juega sucio. Qué ha jugado conmigo y que he estado a punto de ser un títere en su juego. Y no es una puta por lo que acaba de hacer, lo es porque si hubiese sentido algo real por mí, me habría dicho lo que le gusta. Joder habría hecho lo que fuera. Por ella. Pero ya no.

Un amor diferente. (Serie Amor Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora