12. Una verdad maliciosa

739 74 44
                                    

Blue: muajajajaja y hoy llegó el tan ansiado capítulo 12, parece ser que hay sospechas de todo tipo, eso me gusta ewe

Owen: yo te mato, ya puede ser bueno el capítulo que la intriga del anterior me está matando

Paulo: ¿solo a ti? oye que yo también existo -3-

Owen: naa, para mí no eres importante ×w×

Paulo: a que te pego Gales

Owen: no eres capaz

Paulo: *le hace un chichón*

Owen: Q.Q

Blue: y así empieza otra guerra entre Gales y Brasil, como sigan en este plan, les haré un fandom yaoi... no es mala idea, si hice lo mismo con Suiza y Seborga ewe

Brasil: QUÉ DICES

Owen: SÍ HOMBRE, YO SEME DEL TÍO ESTE

Brasil: no disculpa, yo sería el seme, tú eres uke como tu brother (?)

Owen: *se sonroja* que te calles...

Blue: bueno, luego pido votación otra vez xD pero ahora el disclamer: Hetalia no pertenece, solo lo sería si se la comprara a Kide-papa para que haya lemmon sin censura... xD

╔═════════════════╗
║ Un tiempo después...⌚║
╚═════════════════╝
Lovino abría los ojos lentamente y se tocó la cabeza algo quejoso, el golpe que se dio en la cabeza fue muy fuerte. Vio que estaba tumbado en una especie de sofá negro. Miró un poco a su alrededor, estaba en un salón algo soso y pobre, pero cuidado a la perfección, supuso que el que vivía ahí tenía mucho tiempo libre como para poder dedicarse a su casa. Se levantó poco a poco para no hacerse mucho daño. Miró a su lado y de pronto sus ojos chocaron con los de otro. Se pegó un gran susto al ver esos ojos, verdes como las esmeraldas. Se sorprendió más por lo familiar que le parecía. Era moreno de piel, con el pelo rizado y castaño muy oscuro. Su sonrisa era algo despreocupada, pero su mirada era de una profunda preocupación. Era joven, pero adulto.

-Dios -pensaba Lovino-. Es una versión adulta de...

-¿Estás mejor?, ¿cómo te llamas?, ¿estás perdido? -empezó a hacerle tantas preguntas que el pobre italiano se sintió algo intimidado.

-Ya, ya, estoy bien, pero no me atosigues, hombre -dijo Lovino. El hombre se calmó un poco.

-Lo siento, me pegaste un buen susto cuando te vi caer por las escaleras. Desde luego, cuando llueve, este suelo es un peligro -Lovino asintió-, ¿eres italiano?

-Sí, de Roma.

-Vaya, qué bonito sitio.

-¿Y tú?

-De España -miró hacia abajo. Lovino tragó un poco de saliva-¿y cómo te llamas?

-Lovino, Lovino Vargas.

-Yo soy Rafael Fernández Carriedo, encantado.

-¡¿Qué?! -Lovino se levantó tan rápido del sofá que al resto de su cuerpo no le dio tiempo a reaccionar y casi cae de nuevo, pero Rafael lo agarró antes de que cayera.

-¡Pero no seas burro! -exclamó Rafael-. Vamos a ver, voy a darte un vaso de agua y luego volvemos a hablar tranquilamente -Lovino se sentó en el sofá con las manos en la cabeza. Acababa de conocer al hermano mayor de Antonio, había conocido a Rafa, ¿era esto lo que Govert le había ocultado a su novio?, ¿pero cómo?, ¿por qué? Debía informarse ahora. El español volvió con el vaso de agua y se lo ofreció a Lovino. Al acabar de beberlo, le empezó a preguntar.

La Felicita in ManoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora