XVII

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Se oyó un fuerte portazo.

— ¡Shinseok no es lo que crees! — gritó el castaño yendo detrás del menor.

El nombrado ni siquiera se volteó. Simplemente entró a su habitación dando un fuerte portazo luego de hacerlo.

— ¡Debemos hablar Seok! — gritó desde el otro lado de la puerta el mayor.

— No es el momento para hablar, Lee. — respondió fríamente.

Las lágrimas se acumulaban en los ojos de ambos, ¿Por qué era tan complicado confiar el uno en el otro? ¿Acaso debían estar juntos o no?

— Entiende que eres el único al que veo. — habló más calmado.

— Dije que no es el momento, no quiero oír a nadie. — volvió a decir.

Suk respetó la decisión del menor y se retiró, dejando tranquilo al opuesto.

No podía creer lo celoso y posesivo qué era el más bajo, ¿Acaso no podía trabajar de esa manera? Literalmente no se le ocurría una idea mejor para atraer a esos jóvenes, ¿Debía actuar violentamente? Quizás eso buscaba su hyung, pero debió comprender que él trabajaría de una manera muy distinta, que se basa en planificar y no en solo actuar.

A la mañana siguiente se levantó e inicio su rutina con normalidad. Al bajar e ir hasta el comedor se encontró con los tres mayores. El ambiente era realmente tenso, nadie sabía que hacer o que decir.

— Yo- — el de cabellos rubios fue interrumpido.

— No es necesario que hablen. — dijo sin expresión el pelinegro.

Todos respetaron las palabras de Kim. A pesar de que a Jongsuk le doliera, quizás lo tenía merecido.

— Hoy iré a negociar con Hong, seguro tardaré, así que pueden hacer lo que quieran. — habló mientras desayunaba tranquilamente.

— ¿Irás solo? — preguntó Hyuk.

— Si, no es necesario que nadie me acompañe, sé como manejarme. — explicó.

— Bien, si así lo quieres que así sea. — respondió con algo de enojo el más bajo de los cuatro.

Un puño chocó contra la mesa, asustando a los tres restantes.

— ¿Acaso quieres ir tú? ¿Puedes encargarte de esto? — preguntó con notable molestia.

— N-no. — respondió con algo se nervios.

Era realmente extraño y aterrador ver al menor de mal humor. Y aún más extraño, ver al mayor de todos tan callado y tranquilo.

Una vez listo, el más alto salió de la casa sin decir nada. Pudieron notar como tomaba una de las motocicletas que tenían y se retiraba.

— ¿Creen que estará bien solo? — preguntó el más bajo.

— Claro, él es fuerte física y mentalmente, no necesita nuestra compañía. — dijo Mihyuk, para luego irse.

— ¿Tú estás bien, Suk? — preguntó observando lo perdido que se veía este.

— Si, tengo varias cosas en mente, pero no te preocupes, estaré bien. — respondió con sinceridad.

— No cometas el mismo error dos veces, Jongsuk. — dijo para luego irse al igual que el pelirrojo.

Esas palabras se mantuvieron en su mente no cometas el mismo error dos veces. ¿Cómo evitaría tal cosa? Era tan inexperto en ciertos sentidos.

Decidió ir a su cuarto a reflexionar y pensar en que haría. Sin duda sería una tarde larga.

Por el lado del pelinegro, las cosas no eran muy diferentes. Tenía tanto que pensar que por momentos se sentía perdido, pero debía dejar todo de lado y concentrarse en el trabajo.

¿Es correcto amarte? | Lee Jong SukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora