XIV

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Al día siguiente, los cuatro hombres que ya conocemos se reunieron en la sala, como solían hacer siempre.

— Noté que te divertiste anoche, Suk. — dijo el de cabellos rojos con una ceja levantada.

— No me pude contener. — dijo con una sonrisa.

— Ni siquiera me dejaste un espacio para mí, eres malvado Sukkie. — dijo el más bajo haciendo uno de sus pucheros.

— Tú haces lo mismo, no veo porque te quejas. — respondió Hyuk.

— Les comentó que ya hubo varios sujetos que me dieron un precio por Lim. — hablo el de mayor altura.

— ¡Eso es fantástico! — dijo el rubio con ánimo.

— Eres rápido, Kim. — halagó el segundo mayor.

— Lo sé, Hyuk hyung, lo sé. — dijo con una sonrisa.

Esa sonrisa que dejaba a cierto castaño en el suelo.

— ¿Y cuánto dinero ofrecieron? — preguntó Lee.

— El que más ofreció me dijo que quinientos mil. — dijo con tranquilidad.

— ¡¿Quinientos mil dólares?! — gritaron el rubio y el pelirrojo.

— Lo que oyeron. — respondió.

— Eso es literalmente la mitad de lo que le sacaríamos a su padre. — dijo Mihyuk.

— Negociar es una de mis habilidades. — dijo de forma presumida.

— No me quejaré de que estás presumiendo solo porque realmente estoy sorprendido. — habló Liheon.

— A mi no me sorprende, después de todo, yo lo elegí. — dijo el mayor de los cuatro.

— Cambiando de tema, ví que mañana por la noche habrá una fiesta de clase alta. Irán muchos señores que poseen dinero y, obviamente, llevarán a sus hijos. Lo más seguro es que consigamos muchísimas víctimas para el futuro. — explicó el de cabellos oscuros.

— Realmente estás al día con todo. — dijo el de cabellos rojos con sorpresa.

— Continuando con la idea. Ya conseguí que me anoten en la lista de invitados, ustedes se harán pasar por mis amigos y así los dejarán entrar sin necesidad de saber sus identidades. — siguió explicando.

— ¿Como haces para conseguir entrar en todos lados? — preguntó el de menor altura.

— Soy Kim Shinseok, ¿Acaso lo olvidaste? — preguntó.

— Cierto, a veces se me olvida que eres alguien de familia influyente. — respondió Heon.

— Realmente nos es útil tenerte, no solo posees inteligencia y habilidades, sino que también eres alguien con estatus. Eres perfecto para nosotros. — dijo pensando Mihyuk.

— Ahora que lo pienso tienes razón Hyuk. — afirmó el de cabello claro.

— Sin mi estarían perdidos. — dijo con una sonrisa.

— Y sin nosotros tu estarías mal gastando tus maravillosas habilidades. — respondió Lee.

— Bien. Yo iré a preparar nuestros trajes para mañana, les adelanto que nos veremos espléndidos. — dijo Heon para luego irse a su habitación.

— Yo iré a ver cómo está Lim Jinseo, si queremos que lo compren debe estar en las mejores condiciones posibles. — explicó paga retirarse al igual que el rubio.

— ¿Qué haremos nosotros, Seok? — preguntó el mayor.

— Yo debo ver quién es la persona que me estará comprando a Jinseo. — explicó mientras caminaba a su cuarto.

— Mmm, yo no tengo nada para hacer, así que te estaré acompañando. — habló con una se sus resplandecientes sonrisas.

— Se supone que eres el líder, por así decirlo, ¿No deberías tener varias cosas para hacer? — preguntó.

— Pues para tu suerte, puedo dedicar todo mi tiempo a ti, ¿Acaso no es increíble? — preguntó esta vez el mayor, con una sonrisa.

¿Por qué su hyung era tan hermoso? ¿Acaso era la persona más afortunada al ser el causante de tan maravillosa expresión? No existían palabras para expresar el como se sentía el menor cuando estaba con el opuesto.

— Si, hyung, eso es increíble. — habló suavemente.

Pasaron la tarde juntos, riendo, jugando y trabajando un poco. Shinseok descubrió que el comprador de Jinseo estaría en la fiesta a la que estarían asistiendo el día siguiente.

— Bien, ya es tarde así que me iré a dormir, le recomiendo que haga lo mismo hyung. — habló del más alto.

— ¿Puedo dormir contigo? — preguntó con ojitos de cachorro.

— No, hyung, aún no aclaramos que somos y hasta que no lo hagamos no pasará NADA. — aclaró mientras lo empujaba hacia la puerta. — ¡Adiós, hyung! — dijo para luego cerrar la puerta.

Kim era alguien bastante reservado, si no tenía una relación seria o clara con alguien, no estaría dispuesto a hacer de todo con la persona. Con Suk, no sería diferente y esperaba que el mayor comprenda su decisión.

Al día siguiente se concentraron en planificar lo que harían por la noche. El plan era bastante simple, pero debían ser cuidadosos y tener varias cosas en mente.

— Quiero que recuerden que ustedes se harán pasar por mis amigos, por lo cual, no deben fingir entender los temas de ricos, ya sea las quejas por los sirvientes o que tienen que organizar todas su casas o que quieren vacaciones en un hotel de lujo. Traten de verse naturales ante todas las estupideces que dicen. — explicó.

— Será complicado no rodar lo ojos, pero haré mi mayor esfuerzo. — dijo el de cabellos rojizos.

— Para mi no, soy un exelente actor, les pediré el número de sus spa. — dijo alegremente Liheon.

— Yo ya sé como es esa gente, así que puedo manejarlo. — respondió Lee.

— Perfecto, ¿Entonces quedó claro cual es nuestro objetivo? — preguntó el de mayor estatura.

— ¡Si! ¡Conseguir un sugar daddy! — dijo con entusiasmo el de menor altura.

— ¡No, Liheon hyung, no! — exclamó con algo de frustración el menor.

— Era broma, Seokkie. — dijo con una sonrisa.

— Por si acaso Hyuk hyung te vigilará. — dijo con los ojos entrecerrados.

Luego de esa breve conversación, los cuatro adultos jóvenes fueron a prepararse para ir a aquella tan esperada fiesta.

Mihyuk, Liheon y Shinseok estaban esperando a que el mayor baje para ir a la anteriormente nombrada fiesta.
Cuando Jongsuk bajó, el pelinegro se quedó sorprendido, se veía radiante con aquel traje azul oscuro el cual de amoldaba perfectamente a su figura y aquel escote lo hacía ver más maduro y sin dudas atractivo.

— Waah, sin dudas me lucí eligiendo ese traje. — se halagó a sí mismo el de cabellos color rubio.

— Te ves genial Suk. — dijo sin mucho interés el pelirrojo.

— Hyung, ¿Es usted? — preguntó Kim, tratando de ocultar lo sorprendido que estaba.

— ¿Ese es tú mejor cumplido? Me siento ofendido. — dijo el castaño.

— No es momento de pelear, debemos irnos antes de que haga más tarde. — interrumpido el segundo más alto.

— Bien, vamos. — dijo Seok, para luego salir junto a los demás.

La noche recién estaba comenzando y sería sin duda muy larga.

¿Es correcto amarte? | Lee Jong SukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora