¿Es correcto amarte? | Lee Jong Suk

XXIV

— Chicos, dejaron un desastre en todo sentido anoche. — dijo Mihyuk apenas vio a nuestros dos protagonistas.

Una sonrisa se hizo presente en la cara de cierto chico de pelo oscuro.

— Que puedo decir, todo fue para torturar a Hong. Hablando de él, ¿Qué hiciste con su cuerpo? — preguntó.

— No te preocupes por eso, nunca sabrán que sucedió con él. — respondió con una sonrisa.

— Eres increíble, hyung. — halagó.

— Ajá. — dijo una voz con notable enojo.

— Suk hyung, no comencemos el día con sus celos. — se quejó el menor de todos.

— Estoy de acuerdo con Seok. — lo apoyó Liheon.

El desayuno iba normal, con juego y bromas, como siempre. Pero de la nada, se oyeron vehículos para frente a la casa. Todos se levantaron con sorpresa, ¿Qué mierda hacía ahí la policía? 

— No saquen sus armas, podría ser peor para nosotros. — advirtió en voz baja el más alto.

Todos estuvieron de acuerdo con las palabras del pelinegro y se quedaron quietos.

La policía derribó la puerta y entro al hogar gritando un fuerte "Todo levanten los brazos y no se muevan".
Dicho aquello, todos obedecieron sin intención de escapar.
Una vez esposados los sacaron de ese lugar y los metieron en los vehículos, para más tarde llevarlos a la comisaría.

— Ya los hemos traído. — dijo uno de los oficiales.

Ninguno había dicho nada, sabían que todo lo que hacían podría ser utilizado en su contra, por lo cual, la mejor opción era quedarse mudos y quietos.

— Perfecto, llévalos con el jefe para que diga que hacer con ellos. — dijo otro policía.

Una vez más, los llevaron a una oficina diferente, está parecía ser del jefe. Al entrar pudieron ver que el mismo estaba de espaldas, al voltear todos se sorprendieron.

— ¡¿Sihyun?! — gritó el de cabello oscuro.

¿Qué carajos hacía ahí?

— ¡Shinseok! Despósenlo. — ordenó rápidamente.

Una vez que estuvo sin esposas, se abalanzo a abrazar al más bajo. Realmente había extrañado a Min.

— ¿Qué haces aquí, Hyunnie? — preguntó aún confuso.

— Soy el jefe de está misión. — dijo orgulloso.

— ¿Qué misión? — preguntó aún más confundido.

— La misión de rescate a Kim Shinseok. — respondió.

Todos abrieron los ojos con sorpresa, ¿Misión de rescate? ¿Recatar de qué?

— Llévenlos a las celdas. — ordenó el castaño.

Asintiendo, los oficiales se llevaron a Liheon, Mihyuk y Jongsuk.

— ¿Qué harán con ellos? — preguntó preocupado.

— Les darán lo que merecen. — dijo seriamente.

— ¿Qué? Pero ellos no lo merecen. — contestó con algo de desesperación.

— Ellos te secuestraron y amenazaron, ¿Por qué ahora los defiendes? — preguntó sin comprender.

— No son tan malos Sihyun y, si lo son, entonces yo también. — respondió con sinceridad.

— ¿Puedes explicarme qué sucede? ¿Te lavaron el cerebro? — el más bajo estaba muy perdido.

— Me uní a ellos Hyun, ahora me dedico a hacer lo mismo que ellos. Lo sé, no es correcto, pero para mí lo es. Me siento libre de hacer lo que quiero y de amar a quien quiero. — confesó.

— ¿Acaso tú...estás saliendo con uno de ellos? — preguntó con sorpresa.

— Así es Sihyun, Jongsuk es mi pareja. — respondió.

— Pero ellos te secuestraron...¿Tanto te gusta él? — dijo en voz baja.

— Yo se que piensas que es una locura lo que te estoy diciendo, pero es cierto. Se lo que es correcto y lo que es incorrecto. — habló el de mayor estatura.

— Pero...¿Qué harás? Acabo de mandarlos a prisión. — comentó con algo de culpa el de menor edad por escasos meses.

— Los liberaré. — contestó con una sonrisa de lado.

Por otro lado, los tres mayores de Kim se encontraban en una celda, pensando en alguna estrategia para escapar de aquel lugar. Mientras que a la vez, oían a los policías hablar.

— Oficial Kwon, no tenemos información de estos tres hombres. — habló uno de los sujetos.

¿Acaso habían oído y visto bien? ¿Ese era el hermano de Liheon?

— ¿Buscaron bien? — preguntó aquel hombre muy parecido al anteriormente nombrado.

— ¿Qué haremos si me descubre? — susurró el rubio con notable pánico. 

— No lo hará, recuerda que Kwon Liheon ya no existe. — dijo el castaño.

— P-pero, ¿Y si me reconoce? — preguntó.

— Tenemos documentación falsa Heon, eso no sucederá. — intentó calmarlo Mihyuk.

— ¿Podrían decirnos sus nombres? — preguntó  repentinamente el hombre.

— Jeon Hyunhee. — dijo el más bajo con nervios.

Ese era el nombre de uno de los sujetos que había asesinado.

— Lee Jungmin. — respondió Jongsuk.

— Jung Mihyuk. — respondió el de cabellos carmesí.

El último fue el único que utilizo su verdadero nombre.

— Bien, ninguno tiene causas, eso es un punto a favor. — dijo otro oficial mientras leía sus legajos. 

— Jung, usted está desaparecido desde hace 8 años. — dijo con sorpresa el mismo sujeto.

— Mmn. — Asintió.

— ¿Acaso no sabe cuanto lo ha estado buscando su familia? — preguntó.

— No me interesa. — respondió con seriedad.

— ¿Dónde has estado durante todo este tiempo? — preguntó.

— No creo que sea de su incumbencia lo que hago con mi vida. Cuando me fui de mi casa tenía 18 años y era lo suficientemente mayor como para hacer lo que yo quisiera. — respondió.

Dicho esto el oficial se quedo callado. Pero minutos más tarde comenzaron a hablar entre ellos.

— ¿Oyeron que el oficial Hong Yoohyeon está desaparecido? — comenzó una nueva conversación uno de los policías.

— Si, se cree que fue secuestrado. — contestó el hermano de Heon.

— Oí que alguien lo expuso, pero esa persona era anónima, simplemente dejo muchas pruebas de las cosas que hizo. Personalmente le tenía mucho respeto, pero lo que leí fue repugnante, no me sorprendería que quien lo secuestro fuera familiar de alguna de las personas que asesino. — explicó otro.

— De todas maneras espero que lo encuentren, tenemos mucho que resolver con ellos. — finalizaron la conversación.

Una sonrisa de lado se hizo presente en la cara del mayor de los tres, si supieran lo que sucedió con Hong.

— Oye, Kwon, ¿Te encuentras bien? Oí que ese hombre Hyunhee se parece mucho a tu hermano. — susurró uno de sus compañeros, a pesar de que los arrestados podían oírlo a la perfección.

— Si…realmente se parecen mucho, pero se con seguridad de Liheonnie no hubiera seguido ese camino, él era un niño muy bueno, tenía mucho amor para dar a pesar de no recibirlo. — contestó con una nostalgica sonrisa.

Las lágrimas se acumularon en los ojos del nombrado, se sentía mal al recordar el pasado y ver cómo su hermano sufría a causa de sus decisiones y acciones.

Los tres esperaban poder salir de ese lugar lo antes posible.