¿Es correcto amarte? | Lee Jong Suk

IV

— Comenzaremos con la lucha cuerpo a cuerpo — habló el mayor.

— Eso es fácil. Aprendí defensa personal en la primaria para defender a Hyunnie de los agresores — respondió.

— Bien. — sonrió.— Entonces no te molestará que hagamos una batalla de prueba.

— Claro que no. — sonrió.

Era la primera vez que Jongsuk veía a Shinseok sonreír, fue realmente…bonito.

La pelea comenzó. El primero el tirar un golpe fue el castaño, luego siguió el pelinegro, hubo varios que fueron esquivados y otros que lamentablemente no.

El combate termino en un empate.

— Eres bueno Kim — comentó el más bajo, con la respiración irregular.

— Tú no estás mal Lee — admitió.

Una idea surgió en la malvada mente del de sonrisa traviesa. No sabía por qué, pero quería saber más del de mayor altura.

— Juguemos a algo Seokkie — dijo juguetonamente.

— No tengo nada que perder, ¿De qué se trata? — dijo resignado.

— Por cada disparó que de en el blanco, me dirás algo sobre ti — propuso.

— Bien, entonces aplica lo mismo si yo doy en el blanco — respondió.

Y así comenzó el juego. Ambos agarraron sus respectivas armas, listos para comenzar. El primero fue Suk.

— En el blanco — sonrió satisfecho.

— Tengo 23 años — dijo mientras apuntaba con su arma hacia el maniquí.

— En el blanco — dijo de igual manera que el castaño.

Esa sonrisa comenzaba a gustarle al mayor, pero no sabía el por qué.

— Tengo 26 años — dijo.

— Estás cerca de los 30 — dijo sonriendo.

— Mocoso — susurró ofendido.

Otro tiro en el blanco.

— Tengo un club de fans de más de 10k personas — contó.

— Debes tener el ego en las nubes — dijo el más bajo.

¡Pum! De nuevo en el blanco.

— En la secundaria tuve muy buenas calificaciones, además de ser popular por mí belleza natural — presumió.

— Tks, según tu era yo el que tenía el ego en las nubes — dijo rodando los ojos.

Luego de varios datos, el menor decidió contar algo más personal, después de todo…no tenía nada que perder.

— Cuando era pequeño, conocí a Sihyun. Nos hicimos amigos al instante, después de todo ninguno tenía amigos. Con el tiempo fuimos avanzando más y más, hasta volvernos…como hermanos — explicó.

Algo dentro de Jongsuk se sintió en paz, con alivio y con un peso menos. ¿Acaso necesitaba oír qué ambos jóvenes eran como hermanos y no algo más?

Luego de unos tiros más y uno que otro dato más de ellos, terminaron con la prueba.

— Al parecer tienes más habilidades de las que pensaba. — dijo sonriendo. — Me serás de mucha ayuda niño — comentó.

— Primero que nada, no me digas niño y, segundo, hago esto porque literalmente me amenazaste. — respondió.

— Volvimos Lee. — habló Mihyuk.

— Bien. Ya he visto las habilidades de Kim, es realmente bueno. —  les contó a ambos compañeros suyos.

— Espero que realmente sea así Suk. La última vez- — Liheon fue interrumpido.

— Se lo que pasó la última vez, Liheon. No debes recordarmelo — respondió seriamente.

Al pelinegro le pareció extraña la repentina seriedad del más bajo, hasta hace un momento estaba sonriendo como psicópata, como siempre. ¿Acaso había sucedido algo malo en el pasado?

— Me iré a descansar, estar todo el día entrenando fue agotador. Vigilen a Kim — habló el castaño para luego irse.

El silencio se hizo presente, ninguno de los tres sabía que hacer exactamente. ¿Cómo tratas a alguien que secuestraste y que ahora es una especie de "compañero" de trabajo?

— ¿Qué se supone que haremos en la misión de mañana?— preguntó con curiosidad.

— ¿Irás a la misión de mañana? — preguntó Liheon sorprendido.

— Se trata de algo fácil. Quizás para ti sea algo complicado, pero con el tiempo te adaptaras — respondió Mihyuk.

— Primero entraremos a la casa de Yu Jihyun- — fue interrumpido el de cabellos rubios.

— ¡¿Yu Jihyun?! — gritó con sorpresa.

— Si, cálmate mocoso. — dijo. — Luego lo tomaremos como reen y lo traeremos aquí. — continúo explicando Liheon.

— Hacen que secuestrar a una persona suene tan casual — comentó el menor de los tres.

— Para nosotros lo es — sonrió Mihyuk, el de cabello rojo.

— Continuando con la explicación. Luego le pediremos dinero a su padre y si no lo acepta ¡Pum! Lo matamos — dijo con una tierna sonrisa.

— Eso es lo que literalmente iban a hacer conmigo, ¿Verdad? — preguntó algo horrorizado.

— ¡Claro! — respondió el de cabellos rubios.

— No puedo creer que seré parte de esto — comentó.

— No te preocupes, ya te acostumbrarás. Está misión es de las más simples y menos crueles — comentó el pelirrojo.

— Oh por dios, en que mierda me he metido — paso sus manos por su cabello, con notable frustración.

— Tienes suerte de que estés vivo niño. Jongsuk no suele dejar con vida a nadie, seguro vió algo especial en ti — habló nuevamente Hyuk.

— Seguro me vio cara de "no tolero a nadie" y pensó en que joderme la vida era perfecto. — dijo rondando lo ojos.

— Si, yo también lo vería por ese lado. Se ve que no toleras mucho a la gente. Perfecto para molestar. — dijo Heon.

— ¿Y cómo es que terminaron haciendo esto? — preguntó con algo de curiosidad.

— A veces me pregunto lo mismo — respondió el rubio.

— Conocemos a Jongsuk desde la secundaria, siempre fuimos muy unidos. Con el tiempo cambiamos, pero siempre manteniendonos unidos y contándonos todos. Quizás por eso comenzamos a trabajar juntos en esto. Sabemos que si estamos enfermos, lo estamos por igual. — comentó el pelirrojo.

Ok, eso era extraño. ¿Por qué carajos le pasaban esas cosas justo a él?

— ¿Comprendo? — dijo algo dudoso. — Tengo una consulta más.

— Dinos. — respondió el rubio y más bajo.

— ¿Les va bien haciendo esto? — soltó.

— Pff, claro que sí. Estamos llenos de dinero. — dijo el de cabellos rojos, siendo el segundo más alto.

— Pues…esta casa no dice lo mismo. — dijo mientras miraba alrededor.

— Sinceramente, hace rato no nos va bien. — confesó el segundo mayor.

— Desde que él… — y todo quedó en silencio.

— ¿Qué es lo que sucedió? — preguntó.

— No es el momento para decírtelo y tampoco somos las personas correctas para hacerlo. — dijo Mihyuk con seriedad.

— Comprendo. — respondió el pelinegro.

El silencio reino en la habitación. Luego de un tiempo le indicaron al menor en dónde debía dormir.

Esa noche no durmió bien, tenía demasiadas cosas que procesar.