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Namjoon miraba con adoración los bellos paisajes paradisíacos que había buscado en el navegador de la computadora. Siempre que tenia tiempo libre, veía muchos lugares de diferentes países a los que algún día desearía viajar, disfrutar y aprender nuevas experiencias.

Suspiro profundamente, solo le quedaba soñar y esperar por aquello. Ya casi terminaba su horario y tan pronto como llegara a su casa, se alistaría para ir a la cita que tenia planeada con SeokJin.

Ciertamente, se mantuvo hasta muy tarde conversando con él y acordaron un buen lugar para verse lo más pronto posible. Y es que se notaba que ambos estaban emocionados ante la idea.

Tomó su pequeña mochila, ordenó su escritorio y cuando el reloj digital en la pared marcó la hora precisa de su salida, rápidamente se despidió de sus compañeros y emprendió camino a casa.

Tomó su pequeña mochila, ordenó su escritorio y cuando el reloj digital en la pared marcó la hora precisa de su salida, rápidamente se despidió de sus compañeros y emprendió camino a casa

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— Recuerda caminar con cuidado, no hables con tipos extraños y mucho menos aceptes lo que te invitan. Ah, cierto, recuerda no ir por ningún camino oscuro y desolado con el chico, después de todo es un desconocido.

— Ya lo sé abuela, ya sé todo eso. —resoplo hastiado. Y es que desde que Namjoon le contó a su abuela sobre su "cita", ella no dejaba de hacerle preguntas, darle consejos y recomendaciones innecesarias.

— Compórtate como todo un buen joven y no llegues demasiado tarde. Llévate por si acaso una pequeña navaja. —agrego lo último con naturalidad.

— ¡Abuela! —se quejó. — Solo tendré una cita, no es como si fuera a una guerra con la frontera. —Namjoon rodó los ojos y la anciana bufó por tener a un nieto tan amargado a veces.

— Está bien, está bien. —murmuro, acercándose más a él para así, acomodar el gorrito de lana que llevaba, debido al fuerte frío de la noche. — Te ves precioso, mi niño. —esta vez su voz salió mucho más suave y dulce, tomando con delicadeza las pomposas mejillas de Namjoon.

El castaño sonrió ante lo cariñosa que podría ser esa increíble mujer y le dio un breve pero profundo abrazo. — Gracias nana. —susurró.

— Ten, maneja el auto. —su abuela le extendió un par de llaves, haciendo que Namjoon abriera desmesuradamente los ojos.

— ¿Qué? —aún no cabía con la sorpresa que lo golpeo en ese instante. — No abuela, no puedo tomarlo. Ese..., ese auto fue del abuelo, es algo muy preciado para ti. Yo no podría...

— Claro que si puedes. —le interrumpió. — Ese será un regalo y un dije de la suerte. —sonrió levemente, haciendo notorias las líneas de expresión que había adquirido con el pasar de los años.

— En este auto, tu abuelo me llevó a nuestra primera cita. —la nostalgia era palpante ahí, el pelinegro podía sentirlo también. — Fue ahí donde supe que había encontrado a mi pareja para toda la vida. —suspiró con lentitud. No es fácil cuando el que era el amor de tu vida, ya no estaba más junto a ti y solo quedan los recuerdos de cuando estuvo vivo. — Es por eso mismo que quiero dártelo, tal vez esa persona suba ahí... sea la correcta.

The Wonseog  :: YoonNam ↷ ·˚ ༘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora