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NamJoon se encontraba caminando tranquilamente y, cuando estuvo casi por llegar al portón del hotel, las luces de un automóvil que él creyó vacío, se encendieron, junto a la bocina que hizo realmente una fuerte bulla.

Dio vuelta y forzó su vista para ver de quiénes se trataban. Al instante lo reconoció, era el agente de Gobierno, Bak Seung. No tuvo de otra que subir al coche, yendo hacia la Embajada de Corea del Sur que se ubicaba en el centro de Praga.

El cuestionamiento empezó y NamJoon simplemente fue sincero.

— Pero entienda, Yoongi solo quiere mantener a salvo el Wonseog.

— El Wonseog estaba a salvo en Londres. — arremetió Bak en contra. — Hasta que él lo robó.

— Alguien más lo hubiera hecho.

— ¿En serio? — sonrío burlón. — Si fuera tan fácil: ¿Por qué nadie lo robó en estos 150 años? — el castaño lo miró escéptico. — ¿Qué más te dijo él que podría ser verdad?

— Él, él me dijo que tú me matarías. — dudó pero al final lo dijo.

— Pero estás vivo aún. — se encogió de hombros. — ¿Dónde está él ahora?

— Está con alguien llamado Haru JungSoo.

— Haru JungSoo está muerto. — contestó una tercera voz. — Lo asesinaron.

El rostro de NamJoon fue un verdadero poema entre confusión y miedo. ¿Qué estaba pasando? No podía entenderlo.

— Él es el señor Kim Taehyung, Jefe del Servicio Secreto Interno. — presentó Seung.

Taehyung se acercó hacia NamJoon y le entregó una tablet para que viera un vídeo que fue grabado por las cámaras de seguridad.


»— ¿Y el deseo del Wonseog?

— Un poco de aire fresco.

— Muy bien. En 15 minutos, dos copas de champagne y un ladrón estarán esperándote en la terraza.

— 5 minutos. O alguien podría robar el Wonseog.«


NamJoon no supo qué decir.

— Encontramos su cuerpo en la misma terraza. — habló Kim, alzando el periódico en dónde estaba su rostro y el de Yoongi en primera plana, junto a las letras rojas "WANTED" — ¿Sabes qué significa eso?

— Joven Kim, ahora eres un criminal internacional. El asesinarlo hubiera sido mucho más sencillo, pero nosotros sabemos la verdad. — explicó nuevamente Seung. — Tienes una oportunidad de recuperar tu vida, de volver junto a su abuela y, esa oportunidad está sellada en este transmisor. — le entregó dicho objeto de manera cautelosa. — Solo presione ese botón y nosotros iremos sea donde sea que estén.

Dejaron a NamJoon libre en la calle, pero con un gran cúmulo de dudas e inseguridades. ¿Qué podía ser bueno ahora?

"Ahora eres un criminal internacional" la voz del agente retumbó en su cabeza. Pero a la vez llegaron a él todos y cada uno de los momentos que tuvo que pasar con Yoongi.

El beso que se dieron a la luz de la luna y el gélido frío de la noche.

"Pase lo que pase, necesito estar al pendiente de ti."

Estaba siendo demasiado difícil.

Ya nada podía tener suma importancia, necesitaba hablar con Yoongi. Sus pasos fueron lentos, pensando en lo que podría decir. Cuando divisó al fin el gran hotel, se encaminó con cuidado, tomó la manija para abrir el portón de vidrio y antes de entrar, el dueño de sus pensamientos apareció detrás de él y lo tomó de la mano.

— Ven conmigo. Ahora no podemos quedarnos aquí. — el castaño se dejó hacer, caminando a donde sea que Min lo estuviera llevando. — Vámonos.

Yoongi reforzó el agarre entre ambas manos y fueron hacia la carretera central, aquella que también servía como un gran puente debido al extenso y largo río que estaba debajo de ellos.

— Te fuiste hace mucho tiempo del evento. ¿Dónde estabas? — comentó suavemente.

— ¿Quieres la verdad o debo mentir como tú? — respondió casi con frialdad.

— ¿Sobre qué mentí?

— Mentiste sobre todo. — suspiró pesadamente. — Sobre ti, sobre nosotros. Sobre Haru. Lo asesinaste. ¿Cierto?

Yoongi arrugó el entrecejo, mirándolo con confusión por tan repentinas palabras.

— ¿Quién te dijo eso?

— Seung.

El rubio detuvo el paso, haciendo que ambos se detuvieran. Esta vez NamJoon si lo miró, ya ni siquiera sabía con qué clase de persona estaba conviviendo.

— Entonces aún tienes el Wonseog. — afirmó incrédulo.

Min asintió, sacando del bolsillo de su pantalón el tan valioso diamante. Soltó la mano del castaño y se puso frente a él. Colocando la joya en el grueso barandal de concreto.

Se miraron fijamente, Yoongi alzó la muñeca derecha del más bajo, mostrando así el pequeño transmisor que tenía en la mano. Lo había notado.

Los latidos de NamJoon fueron dolorosos y los ojos del rubio ya no transmitían lo mismo que antes.

— ¿Por qué fingiste ser SeokJin esa noche? — preguntó con voz queda. — Debiste haberme dejado solo. — cada palabra pesaba, una más que la otra. — ¿Por qué cumpliste mis sueños y me mostraste otros?

— Y cumpliré todos y cada uno de ellos. — contestó aún sin soltar la mano de NamJoon. — Confía en mí.

— Basta. — movió su cabeza en negación. — Ya no quiero seguir más.

Yoongi tragó saliva con dificultad y apreció el precioso rostro de NamJoon por última vez. — ¿Entonces, qué esperas? — fue él quien presionó el botón del transmisor.

Un fuerte 'bip' sonó y el castaño tuvo mucho miedo.

Un gran grupo de camionetas de la policía llegaron, cerrando el pase en ambas partes del puente. La fuerte luz del helicóptero apuntó a los chicos y oficiales fueron acercándose a Min con rapidez, todos con letales armas a su control.

— ¡Las manos a la cabeza! ¡Ahora!

— ¡Vamos, vamos, vamos!

Los ojos de NamJoon se cristalizaron y entonces el rubio corrió, cruzando al otro extremo de la pista.

Una bala cayo en cierta parte de su pectoral haciéndole perder el equilibrio.

— ¡Yoongi! — El castaño gritó y corrió al ver que el cuerpo de Min cayó fuertemente hacia el gran río.

Más balas fueron saliendo con dirección al conjunto de agua, cerciorándose de que aquel criminal no saliera con vida.

Seung se acercó a NamJoon y observó hacia abajo, una sonrisa satisfactoria se dibujó en su rostro.

— Si no murió por la bala, es muy seguro que se hundirá en las profundidades. — el castaño lo miró con espanto y las primeras lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas.

— Muy bien hecho, NamJoon. — felicitó el agente observando el diamante con sumo orgullo. — Has recuperado tu vida y ahora podrás ir a casa.

Kim soltó leves sollozos, las cosas habían pasado tan rápido que ni siquiera podía salir de aquel trance.

"Confía en mí."

¿Realmente era eso lo que él quería?

The Wonseog  :: YoonNam ↷ ·˚ ༘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora