The Wonseog :: YoonNam ↷ ·˚ ༘

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Namjoon tenía las manos juntas y hechas puños. Estaba tratando de tranquilizarse, lo único que quería era salir lo más pronto posible de aquella horrible calle, pero, al parecer su decisión se vio interrumpida al notar que un lujoso coche BMW blanco, frenó abruptamente ante él.

— ¡Namjoon!

— ¿DaeHyun? ¿Qué haces aquí?

— Namjoon, Namjoon te estuve buscando. —salió del auto para acercarse al castaño.

— Y yo estoy en problemas.

— ¡Ellos me golpearon por tu culpa!

— A mí me intentaron disparar. —contó horrorizado.

— ¡Se bebieron mi champagne caro!

— ¿Quiénes?

— Los Agentes del Gobierno.

— Pero... ¿Por qué?

— Porque me dijeron que ahora trabajas para Haru.

— ¡¿Quién es Haru?!

— La mano derecha de Gwon. —respondió una tercera voz.

— ¡¿Quién es Gwon?! —exclamó el castaño con desesperación.

DaeHyun indicó con su mentón que volteara a ver detrás. Namjoon respingó levemente del susto al ver otra vez al rubio.

— ¿Disculpe quién eres tú?

— Es él. Es la razón por la cual te golpearon y a mí casi me disparan. —habló con rapidez. — Yoongi. ¿Qué estás haciendo aquí?

— ¿Yoongi? ¿Quién es Yoongi? —insistió DaeHyun.

— El que va a golpearte si no cierras la boca de una vez. —respondió mientras se ponía frente al contrario. Posó su mano en aquel hombro, tratando de intimidarlo. — Ahora escucha con atención. Me llevaré tu auto.

DaeHyun se deshizo del agarre tan pronto como que escuchó aquello. — ¿Disculpa? Gwon Yoongi, no te atrevas a mirar mi auto. —lo señaló acusadoramente. — O tendré que romperte las manos. Soy cinturón verde en Kung Fu y Karate. —se puso en posición de defensa. — Mi patada voladora es tan rápida que puedo knockear a un pájaro en el aire.

Yoongi bostezó y sin esperar más, le disparó en la pantorrilla. Haciendo que este se doblara de dolor. Namjoon gritó horrorizado y llevó sus propias manos a su cabeza.

— ¡¿Por qué le disparaste?!

— ¡Me disparó! —sollozó.

— Namjoon, entra al auto ahora.

— ¿Por qué le disparaste a él?

— ¿Por qué me disparaste a mí? —repitió llorando.

— Namjoon, siéntate en el auto. —lo tomó suavemente por los hombros.

— No te sientes en el auto, Namjoon. —exigió DaeHyun.

Yoongi volvió a apuntarlo con el arma.

— ¡Kim Namjoon, siéntate en el auto, rápido! —gritó mientras se tiraba al suelo asustado.

El castaño lanzó un grito de irritación y sin más tuvo que obedecer.

Min se puso de cuclillas al lado del convaleciente. — Tranquilo, es una herida superficial. No está cerca del hueso. Buen tiro. ¿Verdad que sí?

— Muy bueno. —contestó. — ¿Pero, por qué?

— Estabas por usar tu patada voladora. No podía arriesgarme. —dijo medio burlón. — Ahora escucha. Cuenta hasta cien luego de que nos vayamos y entonces ahí podrás llamar a la policía, a la ambulancia, a quien tú quieras.