The Wonseog :: YoonNam ↷ ·˚ ༘

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Ambos siguieron estrechando sus manos de manera amigable.

— Llegas muy tarde. —comentó suavemente Namjoon.

— Y tú llegas demasiado hermoso. —Ante el halago el castaño sonrió medio apenado, siendo apreciado por la vista de Yoongi. — Lo siento pero tienes razón, en verdad que llego muy tarde. Pero por favor, toma asiento.

Namjoon asiente con lentitud y acude a la petición, dejando que el rubio se sentara frente a él.

— Y dime: ¿Habías hecho esto antes? —pregunta el castaño, entrando poco a poco en confianza con tan apuesto chico.

— ¿Qué? —miró al rededor y luego al castaño frente a él. — ¿Ir a un restaurante con un chico precioso? —Namjoon baja la mirada algo cohibido y feliz otra vez. — Pues, quizás un par de veces.

— Eh... no. Me refiero sobre las citas por internet, AmorReal.com

— AmorReal.com —murmura el rubio, más confundido que cualquier otra cosa. Se da cuenta de la mirada de Namjoon y él también observa el pequeño cartelito.

«Namjoon. Hobbies: Bailar y escribir.» —leyó mentalmente.

Alzó nuevamente su vista e intentó sonreír. — Pues no, la verdad jamás. Es mi primera vez.

— También lo es para mí.

— Oh, ya veo.

— ¿Y por qué me escogiste a mí?

— ¿Es en serio lo que preguntas? —frunció levemente el entrecejo. Haciendo entender que la pregunta era demasiado desentonada. — Solo mírate.

— Pero yo me arrepentí y quité mi foto antes de publicar mi perfil. —contestó rápidamente.

— ¿Eh? —mierda. — Oh, pero, es que... te describiste de una manera tan bella que quedé-

— Pero solo escribí tres palabras. —le interrumpió. — Recepcionista de banco.

Yoongi asintió haciéndose el buen entendedor. — Exacto. Tras esas palabras, hay una historia.

— ¿Qué historia?

— La historia de mi abuela. —contestó, tratando de no hacer dudar más al castaño, por más estúpidas que parezcan sus palabras. Con que le creyera era más que suficiente.

— Oh....

— Mi abuela era recepcionista de banco. Se ganaba la vida atendiendo llamadas en el banco y con su esfuerzo nos crió a todos nosotros. Pero un día, al pasar su última llamada... —actuó como si el tan solo recuerdo le doliera. —... ella falleció. —se le "quebró" la voz.

— Dios, lo siento mucho. —respondió Namjoon con sinceridad y empatía. Él también tenía una abuela y no podía ni siquiera pensar en que algún día pudiera perderla.

— Gracias, no te preocupes. ¿Una copa? —alzó la mirada en el preciso instante en el que un mesero pasaba por su lado y casi cae torpemente, soltando la bandeja que llevaba un botella de vino y dos copas. Min reaccionó con rapidez y alzando las manos logró atrapar ambas cosas, dejando al castaño medianamente sorprendido ante tan buenos reflejos.

— ¿Deseas vino? —sonrió galante.

— Uh. sí, gracias. —respondió Namjoon, observando el delineado rostro del rubio y olvidando de a poco el tema de la conversación.

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Un grupo de tres hombres —siendo Seung el jefe y agente de Gobierno de la capital— se encontraban en la central de vídeo cámaras, frente a un holograma que reproducía el vídeo exacto en donde aparecía Min haciendo negocios con un par de tipos.