10. Desvelo

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Liam.

—¿Me estas escuchando? —la voz de Ashley me sacó de mis pensamientos.

—En realidad no —fui sincero.

Ella solo se apareció en mi casa y dijo que quería quedarse. Era algo normal al "estar juntos" pero ella ya no me provoca nada.

—¿Estás cansado, mi amor?

—Un poco.

Dejó su celular a un lado y se ubicó a horcajadas sobre mi.

—¿Te quedan fuerzas para mí? —tomó mi rostro entre sus manos e intentó besarme.

—Ahora no, Ashley —aparté la cara evitando sus besos.

—Solo quiero distraerte, estás muy tenso.

—Dije que ahora no —la movi con cuidado y me levanté.

—¿Puedo saber qué demonios te pasa hoy? —se cruzó de brazos—. Ni siquiera quieres besarme, ¿Estás pensando en alguien más? ¿Es eso?

—No empieces con tus estúpidos celos, no estoy de humor.

—Entonces respóndeme —me exigió—. ¿Estás con otra chica?

—¿Y qué si es así?

Encendí un cigarrillo y me dediqué a observar su reacción. Había enojo, frustración, preocupación y celos, pero no tristeza.

Aleluya.

—¿Estás con alguien más? —se acercó de nuevo a mí—. Si te atreves a estar con otra chica, juro que no volverás a verme.

«Es un castigo o un premio?»

Le di una calada al cigarrillo y me acerqué más a ella. Solté el humo lentamente antes de preguntar:

—¿Me quieres? —tomé su rostro con suavidad.

Asintió.

—Entonces deja de preguntar tanto, fui claro contigo, ¿No? —le di un pequeño beso—. No arruines esto con tus celos sin sentido, Ashley. Sabes bien el lugar que tienes conmigo.

—Pero es que...

—Nada —la interrumpí—. Lo primero que te dije fue que no debías acostumbrarte a mi, así que no lo hagas.

—No me estoy acostumbrando a ti, solo no quiero que mires a nadie más —dejó sus manos al rededor de mi cuello y volvió a besarme—. Me encanta lo que tenemos, lo sabes, no pienso arruinarlo.

—Eso es exactamente lo que estás haciendo.

—Es... complicado estar contigo, intento no hacerte enojar, siempre te escucho, pero no parece suficiente —se explicó y estuve apunto de rodar los ojos.

¿Sería demasiado cliché decirle en ese momento el típico "No eres tú, soy yo?" Aunque bueno, en realidad era ella el problema, debía ser simple: No preguntaba por mi vida, no me exigía nada, no planeaba nada conmigo y solo disfrutaba.

¿Era tan complicado no involucrar sentimientos?

Ni siquiera tenía claro porque seguía con ella, todos mis pensamientos estaban centrados en otra persona y sabía que Ashley se estaba apegando a mí, pero seguía dejando que se mantuviera a mi lado.

—Nunca dije que no eras suficiente.

—Lo sé, es solo que... —soltó un pequeño suspiro—. A veces siento que estoy ocupando el lugar de alguien más...

Arrugué las cejas y antes de que pudiera responder, ella siguió hablando.

—Todos esos límites, Liam —negó un poco—. Es como si quisieras que sea la copia de otra persona, y no lo entiendo.

DEMENS © (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora