DEMENS © (En proceso)

23. Verdades llenas de mentiras

Naín.

Faltaban unos minutos para salir de la ultima clase del día, pensé en volver a faltar, pero no le vi sentido seguir huyéndole a Liam, por lo menos no lo había visto por los pasillos del instituto, y honestamente me preocupaba faltar tanto a clases en la temporada final.

El timbre sonó y tomé mis cosas rápidamente para salir lo antes posible. Fui directo a mi casillero para guardar mis cuadernos y todos los libros que tenía encima, cerré el casillero y di un pequeño salto cuando vi a Sean a mi lado.

—Me asustaste —coloqué una mano en mi pecho y lo miré horrorizada.

—Lo siento, pensé que me habías visto —se recostó de los casilleros y me observó con detenimiento.

—¿Por qué me miras así? —pregunté al sentirme un poco incomoda ante la situación.

—Eres hermosa —se encogió de hombros—. Lástima que no estás sola, muñeca.

Rodé los ojos y traté de irme, pero...

—¿No me extrañaste? —soltó de repente.

—Sean...

—Estás con Liam, lo sé —me cortó.

—Así esté con él o esté sola, eso no cambia nada entre tú y yo.

—¿Qué no cambia? —indagó—. ¿No cambia lo que hay entre nosotros o no cambia lo que eres?

Un picor en la garganta me hizo tragar grueso.

—Yo...

—¿Lo quieres? —me interrumpió.

Pero, ¿Lo quería en realidad? Tener a Sean de frente, preguntándome si quería a Liam me hacía cuestionar hasta mi existencia.

—No voy a responderte eso —me limité a decir.

—Claro —soltó una risa baja—. No eres una buena persona, ¿Sabes? Y es algo que sé perfectamente, no sé porqué sigo intentando acercarme a ti.

«Porque eres un maldito masoquista de mierda y prefieres estar dentro de la casa en llamas que intentar escapar del fuego»

Que mierda con esos pensamientos.

—Traté de darte todo de mí —siguió. Su cercanía me estaba abrumando—. ¿El tampoco es suficiente para ti, no es así? Por eso ya no estás con él.

—¿Por qué quieres saber todo eso? —pregunté, frustrada y enojada—. No te debo explicaciones de nada, y no deberías estar aquí si piensas que soy una mala persona.

«¿Realmente soy una mala persona?»

—Tienes razón, no me debes nada, pero... —tomó mi rostro entre sus manos y me tensé enseguida—. Solo respóndeme una cosa: ¿en verdad lo quieres?

Pensé que al pasar tanto tiempo lejos ya no sentiría nada por mi, pero era obvio que si, lo supe por la forma en la que me miraba. Me quería.. tal vez no con la misma intensidad, pero aún me quería.

Mierda, ¿Tanto daño le hice?

—Si —respondí mirando fijamente sus ojos—. Lo quiero, en verdad lo quiero.

¿En verdad quería a Liam? Las dudas comenzaron a acumularse en mi mente y el aire no era suficiente para respirar.

Sean soltó poco a poco su agarre y pasó a tomar mi mano con suavidad.

—Tú siempre...

No pudo terminar esa oración porque en un abrir y cerrar de ojos Liam lo estampó contra los casilleros haciéndome retroceder por la impresión.