Liam.
Desperté temprano y lo primero que noté fue a la chica acostada en mi pecho. Nunca había dormido tan cómodo.
Me moví un poco para levantarme, pero también se despertó.
—Buenos días —me regaló una sonrisa.
—Buenos días, preciosa.
—¿Cómo dormiste? —preguntó.
—Contigo encima de mi, así que dormí perfecto —dejé un beso en su frente antes de preguntar—: ¿Pudiste descansar algo?
—Tenía mucho tiempo sin despertar sintiendo que descansé realmente —me sorprendió su honestidad, no solía expresarse mucho.
—Creéme, también yo —confesé—. ¿Estás más tranquila?
Asintió.
No quería presionarla con lo de la foto, y tampoco quería decirle que había estado revisando sus cosas, pero se me hacía difícil callarme lo que sabía.
La dejé en la cama y entré al baño. Olía a su shampoo, toda mi habitación estaba impregnada con su aroma. No quería que se fuera.
—Iré a buscar Croissants y café para desayunar —le dije mientras secaba mi cabello con una toalla.
—El mío con crema, no me gusta sin crema.
«Si, parece toda una bebé»
Llamé a Hazel y le pedí que subiera el desayuno —especificando que el maldito café tenía que estar con crema— Y terminé de vestirme mientras Naín estaba en el baño.
Me coloqué una camiseta esta vez, no quería arriesgarme a que Hazel saliera volando por una ventana.
—Venus me propuso hacer algo el fin de semana —me contó en cuanto salió del baño—. ¿Te gustaría?
—¿Algo cómo qué?
—No lo sé —se encogió de hombros.
—¿A dónde quieren ir?
—A dónde sea, menos a un club, siempre hacemos lo mismo.
—Vamos a la playa —sugerí.
—¿En serio?
Asentí —Tanner tiene un apartamento cerca, puedo hablar con él para quedarnos todo el fin de semana.
—Deberías hablar con Tanner primero, yo puedo decirle a Venus después.
—Tanner no dirá que no —le aseguré.
—De acuerdo —me dió un beso fugaz antes de seguir peinando su cabello.
Hazel entró con el desayuno y no se molestó en mirarme, se limitó a dejar lo platos, y salir de la habitación. No podía culparla, con la mirada de Naín ni siquiera yo me atrevía a verme.
—Te llevaré al instituto —la tomé de la cintura acercándola más a mí.
—Bien —colocó sus brazos al rededor de mi cuello.
Estaba a centímetros de su boca, próximo a besarla de nuevo, pero el sonido del celular me lo impidió. Me alejé un poco para alcanzarlo.
Notificación.
Mamá: Espero que tengas una buena explicación para esto. Hablaremos después.
«No pienso dar explicaciones de nada»
Tarde o temprano se daría cuenta de mi relación con Naín. Tenía que enfrentarme a eso.
—¿De qué tienen que hablar? —indagó Naín mientras ajustaba su corbata.
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DEMENS © (En proceso)
Misterio / SuspensoFecha de publicación: 17/10/2021 Todos los derechos reservados por la autora❗ No permito ningún tipo de copia ni siquiera la más mínima, tengan creatividad propia.