La despedida

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POV ALBA:

Al día siguiente, tal y como todas estábamos esperando, llegó Famous con un testigo y unos malditos papeles que Natalia se vio forzada a firmar en el momento. Todo estaba siendo realmente doloroso, pero cuando esa pluma que tenía Natalia entre sus dedos se levantó del papel con su nombre grabado en él se acabó el mundo para mí, desde ese momento sabía que se acababan los amaneceres bonitos, las buenas noches abrazada a mi amor, los colores vivos en las flores, los cosquilleos en el estómago, y se acababa mi felicidad. Esa firma acabó conmigo en todos los sentidos, me mató en vida. Procedieron formalmente a hacer todo lo que se suponía que se debía hacer en un matrimonio y en cuanto todo acabó, el testigo se fue por la puerta y nos quedamos a solas, llegó mi final, pero esta vez mi final real.

"Usted" - Famous habló tras de mí antes de que me adentrara en el pasillo hacia mi habitación y me giré con seguridad - "usted y su madre pueden irse por donde llegaron, fuera"

"No por favor, te lo suplico, por favor no me hagas esto" - Natalia lo cogió de la pechera de la camisa desesperada y con las mejillas llenas de lágrimas, pero él la apartó a un lado bruscamente poniéndose frente a mi.

"¿Me ha oido?" - me miraba furioso.

"Si" - Ahora si me adentré en el pasillo con un dolor en el pecho que pensé que se me desgarraba el alma, sentía una presión que apenas me dejaba respirar. Llené mi maleta con las pocas pertenencias que tenía mientras mi madre lo hacía de igual manera desde su habitación. En ese momento estaba derramando todas las lágrimas que no quería derramar luego frente a Natalia, y con cada lágrima que caía de mis ojos se me iba un trozo de vida, un trozo de mi alma se quedaba en cada esquina de esa casa, y mi corazón entero se lo quedaba ella entre sus manos. Salí hacia el vestíbulo con mi maleta a cuestas y una vez llegué vi que me esperaba un carruaje en la puerta para mi y para mi madre, imaginé que él lo había hecho llamar. Pero Natalia no se encontraba por ningún lado, tan solo la figura del antiguo jardinero y la de Noemí estaban paradas junto a la puerta de salida. Me acerqué a ellos con lentitud y me despedí de mi cocinera favorita bañada en un mar de lágrimas.

"Por favor cuídalas" - dije abrazada a ella como si de un flotador salvavidas se tratase.

"Claro que si mi niña, cuídate tu, por favor" - cogió mi rostro con sus manos y me acarició las mejillas, llevándose con ella el rastro de lágrimas que había derramado. Y tras de mi, mi madre procedió a despedirse también de ella con la misma emoción. Me giré queriendo dejar atrás esa imagen tan dolorosa y me disponía a subirme al carruaje que nos esperaba a ambas, pero entonces escuché un taconeo acelerado aproximarse a nosotros. Natalia.

"Déjeme despedirme de ella, por favor, se lo suplico por lo que más quiera" - Natalia se puso frente a su ahora marido y le suplicó con rabia y dolor en el rostro. Pero por unos segundos tan solo recibió silencio, hasta que este por fin habló.

"Para que vea que no soy tan desalmado como usted dice, hágalo rápido" - Natalia se acercó a mí a toda velocidad y me apartó hacia un lado cogiendo mis dos manos entre las suyas.

"Albi" - su cara reflejaba dolor y sufrimiento, se notaba que durante todo este rato había estado llorando y mucho - "no quiero que te vayas de mi lado" - cerré los ojos con fuerza intentando retener las lágrimas que amenazaban con salir, no quería llorar, no podía llorar.

"Yo tampoco mi vida, pero debo hacerlo" - la miré a los ojos con dolor - "Cuídate, se fuerte"

"Alba llévame contigo" - se agarró a mi vestido con fuerza dejando ver sus nudillos blancos de tanto apretar.

"Escúchame" - Natalia negaba con la cabeza - "lucharé ¿si? Lucharé por nosotras. Esto no es un adiós, es un hasta luego" - intenté parecer segura, tenía claro que jamás iba a dejar de luchar por ellas, pero no sabía si esto podía salir bien, no tenía ni idea de si la volvería a ver o no, y ese pensamiento iba agujereando poco a poco mi corazón.

"No te vayas de Madrid, por favor" - Natalia no dejaba de llorar poniéndome más difícil el hecho de no hacerlo.

"Lo intentaré, te lo aseguro" - sequé rápidamente una lágrima que caía por mi mejilla y me aclaré la garganta - "dile a Oli que la quiero, despídete de ella por mi" - pero entonces empezó a quebrarse mi voz.

"¡No!" - Natalia gritó desolada.

"Nat, escúchame, me encantaría poder besarte ahora mismo y llevaros a ti y a la niña conmigo al fin del mundo, pero ahora no podemos, y tienes que ser fuerte y estar bien, por Oli" - le apreté las manos transmitiéndole la fuerza que a mi me faltaba.

"No me olvides por favor" - y entonces mi corazón ya resquebrajado se partió haciéndose polvo completamente, y ese nudo que se me había formado en el pecho estaba presionándome hasta el punto de doler - "No te olvides de nuestros despertares, de nuestras miradas de complicidad, de nuestros paseos por el jardín, de nuestros encuentros necesitados como dos adolescentes en la biblioteca, no te olvides de mis besos ni de la manera en que hacemos el amor, no te olvides de nuestras risas, por favor"

"Natalia, te amo ahora y te amaré en mil vidas, ni muriendo voy a olvidarme de ti ni de nuestros momentos juntas" - mis lágrimas no dejaban de caer resbalando por mis mejillas. Y entonces nos besamos, sentí el roce de sus labios salados, sentí su lengua abriendo mis labios y entrando en contacto con la mía haciéndome sentir fuegos artificiales. Pero entonces Famous se acercó de repente cogiendo el cuerpo de Natalia para separarla de mi, y el chofer del carruaje hizo lo mismo conmigo, unimos con fuerza nuestras manos e intentamos mantener ese contacto hasta el último segundo. Pero al final ese enlace se rompió, y a mí me obligaron a subir al coche.

"!ALBA, TE AMO¡, TE AMO, NO ME DEJES ¡NO ME DEJES! TE AMO" - A Natalia se la llevaron entre gritos y patadas, y luchó por escaparse, pero al final la alejaron de mi. Una vez estuve dentro del carruaje junto a mi madre empecé a sentir un pitido en los oídos, noté como el vehículo se ponía en marcha y sentí los brazos de mi madre rodeándome con fuerza entre lágrimas. Y yo ya no pude sostenerme más, me derrumbé sobre sus piernas cayendo de golpe desmayada.

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He llorado a mares escribiendo este capítulo. Lo siento mucho si estáis sufriendo con estas niñas igual que lo estoy haciendo yo 💔😔

A ver cómo evoluciona la trama.

Amar entre cuatro paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora