Marina

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10 años después

POV ALBA:

Salí del trabajo esa tarde y suspiré profundamente al abrir la puerta de casa, cada vez se me hacía mas pesado, yo iba sumando años y el trabajo cada vez iba a más, la cuestión era que no veía el momento de llegar a casa cada día. Lo positivo de todo esto, me habían mejorado los horarios y trabajaba nada mas que por las mañanas. En cuanto entré en ese lugar al que llamaba hogar escuché un gritito y unos pasitos acelerados que venían directos hacia mí. Sonreí para mí misma.

"Abuelaaa" - me agaché para levantar el cuerpecito de la pequeña que venía corriendo a saludarme y la senté sobre mi torso.

"Enana" - dije besándola por todas partes - "¿como le ha ido el día a mi niña?"

"Bien, pero mami es mala" - puso cara de enfadada y miró hacia abajo tocando con sus dedos la tela de su camiseta.

"¿Por que dices eso?"

"Porque me ha regañado"

"¿Y por que te ha regañado mami a ver?" - la miré atentamente esperando una explicación por su parte.

"Porque se le ha caido la sopa a la abuela" - la pequeña no alzaba la mirada.

"Le has tirado la sopa a la abuela, que no es lo mismo" - Olivia entró en el vestíbulo bastante seria regañando a la pequeña Marina - "Hola madre" - llegó a mi lado y me besó la frente con cariño como siempre hacía.

"Hola hija" - dije sonriendo - "¿que es eso de que le has tirado la sopa a la abuela?" - Marina ya estaba de morros escondida en mi cuello y no tenía pensamientos de explicarse ni de hablar, así que lo hizo Olivia en su lugar.

"Pues que madre estaba llevando la sopa de Marina a la mesa para que comiera y este bicho de aquí la ha empujado y le ha tirado la sopa al suelo, y por poco la tira a ella ¿verdad?" - se dirigió a la pequeña con el ceño fruncido, su voz era ruda y sonaba enfadada.

"¿Has hecho eso?" - miré a Marina con el ceño fruncido mostrándole lo descontenta que estaba con su actitud.

"No la he empujado queriendo, ha sido jugando, estabamos jugando al pilla pilla" - se excusó bastante nerviosa al ver que no la había defendido como ella esperaba.

"Estabais jugando al pilla pilla antes, pero cuando se dice de comer es a comer y se acaban los juegos ¿o no?" - Olivia la miraba enfadada.

"Si" - el murmuro cabizbajo que soltó la pequeña me hizo sonreír y solté a Marina en el suelo para ir a ver a mi mujer, estaba deseando comérmela a besos. Fui directamente hacia la biblioteca, donde me imaginé que estaría, y efectivamente ahí mismo me la encontré.

"Hola mi amor" - dije al entrar en esta.

"Hombre pero si es mi mujer" - se acercó a mí haciendo el tonto sacándome ya la primera sonrisa bobalicona del día - "¿como te ha ido?"

"Bien, hoy estoy un poco cansadita pero bien" - le sonreí mientras rodeaba su cuello con mis brazos y ella hacía lo mismo con mi cintura.

"Si es que trabajas mucho" - me besó la nariz con cariño.

"No pasa nada, tu luego me haces un masaje ¿no?" - dije en tono de broma sacando la lengua.

"Donde quieras" - susurró sobre mis labios mandando una descarga eléctrica a mi bajo vientre.

"Oye me han dicho que ha habido un percance con la sopa ¿estas bien?" - intenté llevar la conversación por otros derroteros porque nos conocía, y sabía que teníamos la mecha corta.

Amar entre cuatro paredesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora