POV NATALIA:
Llevaba varios días intentando evitar a la madre de Alba a toda costa, pero sabía que no podía seguir así mucho tiempo más, y por lo que me había asegurado Alba no tenía nada que temer con ella. Así que reuní toda la valentía que encontré para encararla y arreglar ese malestar que se había creado en mí de una vez por todas. Me acerqué a la lavandería, donde imaginé que estaría, y efectivamente ahí me la encontré.
"Rafi, buenas tardes" - dije con timidez.
"Buenas tardes mi señora ¿que se le ofrece?" - estaba doblando ropa, pero dejó de hacerlo y se giró en ese preciso instante para mirarme a los ojos.
"Nada, en realidad venía a hablar con usted" - tragué saliva intentando aclarar mi voz.
"Si, dígame"
"Verá, habrá notado que he estado evitándola durante todos estos días, se que no ha sido muy acertado por mi parte y quería pedirle perdón antes de nada" - bajé la mirada avergonzada.
"No hace falta que me pida perdón mi señora" - la volví a mirar a los ojos y le vi un gesto amable, amistoso.
"Natalia, llameme Natalia" - asintió con una sonrisa - "quería darle las gracias por no contar lo que vio el otro dia, se que haciéndolo perjudicaría a su hija y eso no lo haría nunca, pero gracias de todos modos, espero que no esté muy disgustada conmigo, lo siento" - lancé mis palabras del tirón, así era más fácil pedir disculpas.
"Natalia hija, no voy a contar nada de lo vuestro no solo porque perjudicaría a mi hija, no lo hago porque no soy nadie para hacerlo, es vuestra vida y nadie tiene que meterse en ella" - se acercó y me cogió la mano con dulzura - "¿Por que voy a estar disgustada con usted Natalia?No tiene que sentir nada ¿usted ama a mi hija?"
"Como nunca he amado" - la miré a los ojos al decirlo, jamás había estado más segura de algo.
"Pues con eso me vale, me vale saber que arriesgan ustedes todo por un amor que es verdadero, me vale saber que mi hija es feliz aunque tenga que esconder esa felicidad, pero me vale" - Rafi empezó a llorar y yo no pensé en nada más que acercarme para abrazarla, sentía que me lo estaba pidiendo con la mirada, y entonces ella rodeó mi cintura con sus brazos.
"Prometo cuidarla siempre Rafi, intentaré hacerla feliz el tiempo que decida estar conmigo" - nos deshicimos del abrazo lentamente y la miré con seguridad.
"Eso quería oir, y por cierto, si va a ser usted mi nuera en las sombras yo me voy a tener que comportar como una suegra, ¿entiende?" - alzó su dedo en forma de advertencia mirándome con seriedad, pero estaba usando un tono divertido y bromista.
"Si mi señora" - la lavandería se llenó de risas provenientes de ambas tras mi comentario.
"Bien, pues ale, vete por ahí a besuquear a mi hija, que yo tengo trabajo" - me dio la vuelta con sus propias manos y me empujó hacia la puerta sacándome de la lavandería en un gesto divertido que me hizo reír de nuevo.
.........
Esa noche abrí la puerta de mi habitación y vi como Alba se estaba quitando su ropa para acto seguido ponerse el camisón.
"No te lo pongas, te va a durar poco puesto" - sonreí de lado y ella me devolvió la sonrisa negando con la cabeza levemente, pero me hizo caso, se metió entre las sábanas con tan solo su ropa interior. Me despojé rápidamente de mi vestido y entré en la cama en las mismas condiciones que ella.
"Amor, ¿si alguien te preguntara cuál es tu parte del día favorita, que dirías?" - Alba lanzó la pregunta y se abrazó a mí haciéndonos estremecer a ambas al sentir nuestro calor.
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Amar entre cuatro paredes
أدب الهواةNatalia, una joven viuda de un acaudalado aristócrata, se encuentra que tras la muerte de su marido nada es como ella esperaba, se queda sola con una hija a la que criar y se ve envuelta en el cuidado de una de las mayores mansiones de Madrid, pero...