NARRA KILIAN
—Briana, n-no traigo condones— le digo nervioso— Iré a comprar a la farmacia— me levanto rápidamente y me dirigo a la puerta pero Briana me detiene tomandome del brazo.
—No es necesario— me sujeta con fuerza mientras mira hacia el suelo.
—Claro que lo es— dices en voz alta— No quisiera que tuvieras un embarazo no des-
—Me refiero...—me suelta— Le pedí a Jaime que comprara esta mañana, así que no tienes que salir— dice avergonzada.
Mis mejillas se calientan y solo me limito a asentir con la cabeza y vuelvo a tomar asiento a su lado. Creo que corte el ambiente porque Briana no dice nada ni yo. Giro a verla y observo que trae puesto una sudadera roja holgada y larga, que le llega por la mitad de los muslos, tiene sus medias de rejilla y sus botas negras. Debajo de la sudadera se que lleva un short de mezclilla aunque no se logre ver. Tiene su gargantilla negra y el cabello suelto. Acercó mi mano a su cabello y colocó una hebra de este detrás de su oreja. Ella lo nota y gira a verme.
—Eres muy hermosa— digo sin pensar. Ella se sonroja y yo me acercó a su rostro, haciendo que nuestros alienten se combinen y nuestras miradas se encuentren— ¿Estas segura de esto?— preguntó mientras miro sus labios ansioso de besarla.
Ella suelta un joder mostrando igual su deseo de besarme.
—Claro...
Sin más, uno nuestros labios en un tierno beso que lentamente se fue intensificando. Briana me sujeta de mi playera fuertemente al sentir que aumentó el ritmo del beso. Colocó mi mano en su barbilla para abrir su boca, ella parece entenderlo y la abre permitiendo que deslice mi lengua dentro. Sin importarnos el tener que respirar, tiro a Briana sobre la cama y me colocó entre sus piernas. Continuó con nuestro beso mientras ella me rodea con sus brazos. Sentía como su lengua tocaba la mía y como nuestros labios empezaban a palpitar más y más. No fue hasta que Briana soltó un gemido al intentar recuperar el aliento que volví a sentir como se despertaba mi amiguito ahí abajo.
Briana nota como mi mano empieza a vacilar sobre si tocar por debajo de su sudadera. Así que toma mi mano y besa mis nudillos.
—Puedes hacer lo que quieras— dice sonrojada y mirándome intensamente.
Decidí solo dejarme llevar.
Me acerque de nuevo pero esta vez a su cuello. Empece a besarlo lentamente y después a lamerlo.
—Ah...— gime Briana y rápidamente se tapa la boca evitando que su voz salga mas.
Empiezo a bajar lentamente dando besos sobre su ropa hasta que llego al final de su sudadera. Trago un poco de saliva y la levanto dejando ver solamente su sostén de encaje rojo.
—No sólo te quedes ahí viendo— dice con una voz apenada y tapándose el rostro para cubrir su evidente sonrojo.
No se si sea digno de tocar este hermoso cuerpo.
—¿Te... Puedo tocar?— digo avergonzado.
Briana me mira unos segundos y después gira de nuevo hacia otro lado.
—Obviamente si tonto— susurra sujetando su sudadera hacia arriba para exponer más su piel y sus pechos.
Me inclinó y comienzo a besar su abdomen lentamente, noto como ella se tensa ante cada roce y como se esfuerza en no dejar salir algún gemido. Lentamente voy subiendo hasta llegar a sus senos, vaciló un poco antes de comenzar a besar por arriba del borde de su sujetador. Esta vez Briana no pudo evitar gemir. Comienzo a pasar mi lengua sobre su escote después aventuró a mi lengua a pasar por debajo de la tela del sujetador, tocando al fin su pezón.
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Ella Me Salvo
RomanceKilian Doncan. Un chico que se considera poco atractivo, alguien timido, temeroso de decir lo que piensa, le gusta mucho la literatura en especial de Astronomía, siempre esta en el primer lugar en el tablero de notas y ademas tolera los abusos const...