—¡Briana baja a comer!— grita la madre desde la planta de abajo esperando la respuesta de su hija.
—¡Ya voy mami!— contesta la pequeña castaña dejando de dibujar en su cuaderno.
Sale de su habitación y corre alegremente a la cocina donde esta su madre cocinando.
—Lavate las manos— le ordena su mamá.
A regañadientes se acerca al lavabo y se lava las manos. Las seca en una pequeña toalla hallada en la pared colgada y se dispone a sentarse en la mesa.
—¿Y papá?— pregunta triste la niña.
Su papá muy poco se paseaba por la casa, siempre estaba en el trabajo, tenían muchas cosas que pagar y necesitaban todo el dinero posible. Briana no lo sabia, no sabia que su padre tenía que tomar horas extra en el trabajo, su madre no quería preocuparla.
—Sigue trabajando, pero no te preocupes. Apenas llegue, cenaremos juntos y veremos una película— le muestra una amplia sonrisa a su hija haciendo notar esos lindos hoyuelos.
Su madre era bastante atractiva. Era alta, esbelta, con un brilloso cabello castaño, ondulado que caía sobre sus hombros, un alargado rostro, unos rojos labios y eso azulados ojos que parecen dos hielos, como los de Briana.
—¡Si! ¡una película!— grita emocionada Briana.
La madre miro con una sonrisa a su hija, tratando de ocultar su preocupación. Realmente no quería poner en peligro a su hija, era la única que tenía y la atesoraba.
Comenzaron a comer mientras la pequeña contaba su día en la escuela, su madre oía con suma atención cuando el timbre interrumpe. Se levanta y abre la puerta viendo a su esposo del otro lado.
—Cariño— sonrie— Me alegra que hayas vuelto— se acerca a su esposo y lo besa.
—Hoy trate de apresurar mi trabajo para venir con ustedes— hace una pequeña sonrisa.
Se nota el cansancio en sus ojos.
El padre tampoco era mal visto. Era bastante alto, tenia un cuerpo fornido, su pelo era negro al igual que sus ojos, tenia un rostro bastante atractivo para su edad.
—¡Papi!— la pequeña al ver a su padre corre a sus brazos.
Su padre la apriciona y le da varios besos en la cabeza, haciendoce notar cuanto la extrañaba.
—¿Como esta mi princesa?— la deja en el suelo.
—Muy bien. Mi mami dijo que cuando vinieras veríamos una película— comienza a saltar de alegría.
El padre mira de reojo a la madre y esta se encoje de hombros avergonzada. El esta cansado, pero viendo el brillo en los ojos de su hija, y que sabe que no ha pasado mucho tiempo con ella, no tiene otra opción que ceder.
—Esta bien— chilla de emoción Briana al oír eso— Supongo que ver una película con mis dos princesas no me hará daño.
Se sentaron el el sofá, el padre al lado de su esposa y Briana en las piernas de su padre. Decidieron por ver La Bella y La Bestia ya que su padre dijo que era una de las pocas películas de princesas que te enseña algo, a ver el interior de las personas y no el exterior. Esos es algo que su padre siempre le recordaba, sin importar el aspecto de uno, el interior siempre sera la luz de cada persona.
A la mitad de la película, la pequeña no aguantó y callo dormida.
—¿Me dirás que paso?— dice en un tono serio la mamá.
El padre la mira tratando de verse confuso ante su pregunta pero sabe que con ella no es fácil ocultar las cosas.
—Me despidieron— suspira mientras rasca su nuca.
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Ella Me Salvo
RomanceKilian Doncan. Un chico que se considera poco atractivo, alguien timido, temeroso de decir lo que piensa, le gusta mucho la literatura en especial de Astronomía, siempre esta en el primer lugar en el tablero de notas y ademas tolera los abusos const...