Inefables [+18]

Capitulo. 40

Nota: tomenlo con calma.

Lucia.

Tiene los ojos cerrados y la fiebre lo tiene jadeando, su cabello castaño desarreglado se le pega a la frente gracias al sudor que produce, puedo jurar que su temperatura es de mas de 40 grados. Lo abrazo con todas mis fuerzas mientras pongo la cabeza en su pecho, su respiración es lenta y pesada.

Me preparo mentalmente para lo peor cuando balbucea mi nombre.

—No me dejes sola por favor...

Su mano manchada de sangre llega a mi mejilla y la acaricia, le veo la cara y tiene una sonrisa de melancolia aun con los ojos cerrados.

—Promete que...que...saldras de aquí—Me dice con un hilo de voz haciendo que mis brazos se envuelvan en su torso aun con mas fuerza.

No estoy lista para dejarlo.

Su caricia en mi mejilla disminuye haciendo que me ponga alerta cuando se queda quieto <<No puede estar pasando>> Tomo su mano aun manteniendola en mi cara y el tacto caliente hace que cada parte de mi cuerpo se contraiga. No siento frio aun estando en ropa interior, el ardor en mi pecho llena todo.
Su sangre tibia me tiene las piernas calientes pues nos encontramos en el charco de sangre que el mismo produce gracias a la herida.

Abre los ojos y me repara la cara lentamente, sus ojos verdes no tienen brillo, estan apagados y la luz que entra por la redendija me deja saber que los tiene llorosos.
Me mira con esmero, como si con ello tratará de decirme algo, algo que su boca no permite.
Una lagrima cae por su mejilla haciéndo que mi llanto se intensifique. Me sigue viendo fijamente mientras cae otra y otra.

—Yo también te amo—Le susurro.

Me acerco a el haciendo que nuestro aliento se funda, me sonríe y el dolor me invade cuando junto nuestras bocas solo acariciandole los labios. Los mueve de manera lenta mientras nuestras lagrimas llegan a ellos.

Siento como me arrebatan un pedazo de la vida cuando me aparto de el y junto nuestras frentes, no dice nada simplemente cierra los ojos y se mantiene asi.

—Mi amor....—Sollozo tomándole la cara en mis manos pero no inmuta sonido—Ashton....—Me aparto de el y tomarle el pulso es lo siguiente—Ash...

Nada...
Nada...

—Tu puedes, vas a salir de esto—Trato de convencerme

Nada...
No hay.

3 intentos y no hay.

Me niego a dejarlo ir y por ello lo tomo de los hombros haciendo que se mueva.

—¡NO!— Niego rapidamente, tiene que ser mentira—¡NO, ASHTON TU NO!—Se me nubla la vista y mis manos se estrellan con su pecho—¡DIME QUE ESTAS AQUI, POR FAVOR! ¡PERDÓNAME! Yo no quería...mi amor perdóname—Mis gritos llenan el espacio.

La impotencia es tanta que me hace caer en sus piernas llorando y gritando una y otra vez. El sonido de la puerta metalica se escucha.

—Sueltalo zorrita, es hora de tirar la basura.

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Abro los ojos exaltada y veo dos hombres encima de mi, uno tomandome las manos y el otro con una jeringa. Ya se lo que viene.

Ni siquiera les presto atención porque con la vista busco lo que me interesa, lo veo sentado en el piso con los ojos cerrados y temblando. <<Aun esta conmigo>>

El pinchazo en la muñeca me distrae y los veo apartarse.

—Listo, zorrita. El jefe vendrá pronto a verte, le enviarás un saludo a Ryan.