Inefables [+18]

Capítulo. 8

Lucia.

—Luego podría follarte—Dice y rie a lo que yo ruedo los ojos—Ya, bien—Alza las manos—Iremos a cenar a las...—Mira su reloj un momento y se queda ido, supongo que pensando si tiene planes—A las ocho treinta—Sonrie—Ahora ve a trabajar tienes sólo una hora antes de que acaben tus horas laborales—Rueda los ojos—Por cierto esto de haber venido tan tarde te lo voy a cobrar...muy caro—Dice pícaro y inconsientemente sonrio—Nos vemos en la noche, pasaré por ti, espero verte mejor que bien—Me besa.

—Esta bien—Sonrio y pongo las manos en su cuello—Aunque esta noche es sólo de preguntas eh—Me rio sobre sus labios correspondiendo al beso—Tal vez podrías convencerme porqué creo que te deseo mucho...—Su mirada se oscurece haciendome sonreír—Hasta luego Doctor—Beso la punta de su nariz y me aparto.

—Me encantas—Murmura.

—Oye deberías buscarte otra secretaría, esa es una imnecil—Hago una mueca de asco y el ríe.

—Lo tendré en mente.

Salgo de la oficina y me dirijo a mi puesto, ahí me estoy por media hora, aburrida, en estos momentos las prácticas son aburridas por que aún no actuas como un doctor, no puedes ir donde los pacientes, no puedes recomendar pastillas, no puedes hacer nada, tomo una bocanada de aire y me levanto, tengo que ir a dejar unos papeles al doctor que es algo asi como mi encargado. Toco la puerta un par de veces y recibo un "Adelante" de parte del Doctor Sueza.

—Buenas tardes—Sonrió y me acerco a su escritorio para poner los papeles—Esos son los resultados de los exámenes de pacientes con diabetes, los más graves están de primeros.

—Señorita Sullivanth gracias por esto—Dice coqueto y yo sólo me limito a asentir—Oye ¿tienes algo que hacer hoy? Me gustaría invitarte a cenar, ya sabes como amigos, me encantaría conocerte un poco mejor—Sonríe tímidamente.

El doctor Sueza es un hombre de unos 30 años bastante apuesto a decir verdad, ojos negros, cabello castaño, sonrisa muy linda, labios rojos y carnosos y el cuerpo no está nada mal, se puede notar que se ejercita.

Por lo que he escuchado sólo utiliza a las mujeres por una noche y ya luego se esfuma eso me recuerda a alguien... a mi.

Abro la boca para responder un rotundo no teniendo en cuenta que hoy salgo con Ashton pero antes de pronunciar algo me quedo pensativa, ¿Voy a cambiar mi estilo de vida sólo por Ashton?
¿Donde está la Lucía que se divierte? ¿Voy a cambiar eso sólo por un hombre?
Definitivamente no, aparte el doctor es como yo, sólo será una noche, bueno el sólo me invito a cenar pero se ve a kilómetros que tiene otra intención.

Suspiró y asiento—Si hoy tengo que salir con... un amigo—Hago una mueca y me acerco a el—Pero luego, otro día usted y yo podriamos ir a algún lugar.

—Es una lastima, me hubiera encantado salir esta noche contigo—Mira mis labios—Esta bien, luego volveré a hacerle la pregunta señorita—Sonríe y afloja su corbata un poco.

—Hasta luego doctor—Camino hacia la puerta—Y por cierto ya me voy, todo quedó ordenado—Murmuro mientras salgo.

Tomo mi bolsa, me quito la bata y me pongo la chaqueta negra lista para irme, antes de salir veo a Edda y me despido con la mano.

Camino por el largo pasillo hasta llegar al ascensor y toco el botón esperando que las puertas se abran, veo hacía el lado izquierdo y ahí está Ashton con la perra de su secretaría, el la tiene contra la pared y ella con las manos en el cuello de este, no se están besando pero apuesto a que su conversación no es precisamente de trabajos, al percatarse de mi mirada la chica sonrie con autosuficiencia creyéndose la única mujer de Ashton, estúpida y el me mira sin expresión alguna, suspiro y escucho el ding de el ascensor asi que vuelvo la vista a este y las puertas se abren dejando salir a varias personas, veo de reojo hacia la escenita de la perra y ashton y al parecer están...¿discutiendo? El la suelta bruscamente y ella lo ve con dolor en los ojos.