26. Conozco un buen lugar...

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Era como escuchar a un suicida agradecer a alguien por recién haberle salvado la vida.

Provocaba un sentimiento asquerosamente falso,

una limpia e incolora impotencia.

"Si tanto quieres morir, ¿Cómo es que aún no has saltado? yo misma te habría empujado si me lo pidieras."

Sólo bastaban un par de palabras para enojar y sensibilizar un alma. Lo que veía era el final de una niña que cada día mendigaba comida.

"¿Tú también quieres morir? conozco un buen lugar."

Fácilmente un par de ojos inocentes arrastran palabras que eran pronunciadas con dificultad.

"No te preocupes...hay otra manera de escapar de la violencia."

y caminaron directo al acantilado.

De la nada y la trivialidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora