Le escribo a alguien que ya no existe,
Que se evaporó sin explicación, es como decir que nunca existió.A veces me parece verla como una sombra detrás de mí en el espejo.
Me parece verla sentada en un rincón del aula de clases a primera hora,
Tan apagada como siempre, Sonriendo disimuladamente.Creo verla susurrando canciones en el camino,
Corriendo calle abajo cuando nadie la veía, Riendo sola al recordar viejos momentos de su vida.Tal vez sigue ahí, quién sabe,
Pueda que siga existiendo en un mundo que desconocemos,
Quizá aún escriba canciones a escondidas y cruce la inspiración entre calles y
avenidas.Creo que vivo alucinando.
Juro que la he visto varias veces el umbral de la puerta cruzando.
Tal vez sea el deseo de verla una vez más.
La encuentro en el pasado de nuevo, hay una nueva oportunidad.
Pero ella se ha ido, ya no está.
Es demasiado tarde para querer dar vuelta atrás, Ya no hay oportunidad.Solía decir que era como una pequeña estrella fugaz,
Pero tenía tanto brillo que te llegaba a deslumbrar.¿Cómo hemos acabado de ésta manera?
¿A dónde fuiste?
¿Dónde estás?
Todos me culpan por tu muerte,
Pero aquel día lo recuerdo perfectamente,
Te visité aquel día, llevaba tus chocolates favoritos,
Abrí la puerta con la llave que me habías dado en caso de emergencias,
Sólo puse un pie dentro...Y tú rodabas por las escaleras