LLEVO GRABADO TU NOMBRE

CAPÍTULO 27

POV MEW

Había transcurrido un mes desde que descubrí que Gulf estaba vivo y sobre todo que lo tenía cerca de mi nuevamente, pero el duro golpe de la vida adulta me había golpeado abruptamente. La vida laboral era muy dura y más en una cocina, en ese mes, prácticamente solo había ido a casa a dormir, ni siquiera había ido al parque de diversiones con mi hijo y eso me dolía. Pero al ser temporada alta, los permisos no estaban permitidos. En un ámbito diferente, pero necesario; la paga era muy buena y nos permitía vivir de una manera holgada había comprado muebles que nos faltaban en el departamento, ropa para mi hijo y un celular para él. Anteriormente no había sido necesario porque tía May estaba con él. Pero ahora al estar solos los dos, un celular era imprescindible.

Aún recuerdo la carita de felicidad de Arthit por su nuevo celular. Aun me remordía la conciencia no pasar tanto tiempo como quisiera con mi hijo, pero tampoco era como que él me extrañara mucho... se pasaba casi todo el tiempo con Mali en casa de esta, había ocasiones en que iba a recogerlo a casa de Gulf, pero no había vuelto a hablar con él. Yo había dado mi versión, pero él no me había dicho la propia.

Sabía que se había estado escondiendo de mí, cada que lo veía, hablaba de cosas muy ambiguas y nada relacionado a nuestro pasado. A lo largo de estos años aprendí a soltar las cosas que no podía solucionar y a avanzar... pero el silencio de Gulf me ponía nervioso, me hacía pensar que había algo demasiado turbio en todo ese asunto... no dejaba de sonar en mi cabeza el hecho de que había necesitado ayuda psiquiátrica y por la forma en que tembló en mis brazos ese día definitivamente había muchas cosas que él se callaba.

Pero tampoco tenía porque presionarlo a que me dijera lo que había ocurrido. Era algo necesario, pero ya no representaba un cambio importante en nuestra vida... hasta donde yo lo veía; los dos teníamos una vida hecha y una familia a la cual entregarnos... hasta este momento dudaba seriamente que los dos volviéramos a tener una relación amorosa... al menos eso quería creer...

Por otro lado, la satisfacción laboral que sentía en este momento era magnifica... en el pasado mi formación había sido totalmente empírica, nunca pude ir a una escuela de cocina o recibir una orientación profesional, sin embargo, al pasar de los días me di cuenta de que no estaba tan alejado de la forma adecuada. Si tenía fallas, muchas a mi parecer, pero Mild y Zee me ayudaban a corregirlas y el jefe había mencionado un curso intensivo.

Por otro lado, los compañeros de trabajo habían elogiado mi sazón y eso era importantísimo para mí. En un restaurante poco importaba la cantidad de estrellas Michelin que tuviera, si no había algo mágico en la comida. Por lo que yo sabía lo más importante en un chef o cocinero, era el sazón que tuviera al preparar los alimentos.

Era martes y estaba preparando mi estación para ese día; cortaba, picaba y hacía preparaciones con mi compañero Win, él ya tenía un año trabajando aquí, me había orientado mucho, pero en cuestión de trabajo aún era inexperto y bastante inseguro, había empezado a trabajar muy joven, casi desde que tenía 15 años, era raro, porque no se veía que tuviera necesidad de trabajar, pero no había confianza suficiente para preguntarle.

Ese día tendríamos un evento para 700 personas, el detalle era que sería en el centro de la ciudad, era para una constructora internacional en busca de talentos. Ese tipo de eventos eran incomodos porque debíamos llevar todo preparado, emplatar ahí, esperar y recoger todo nuevamente para llevar todo sucio al restaurante, desempacar, mandar a lavar y prepararnos para el transcurso del día... por eso el restaurante nunca aceptaba servir comida en otros lugares, pero esta era la petición de un amigo cercano de Gulf y Max, por lo cual fue imposible negarse.