Cherry Flavoured [Español]

🍒 Capítulo 15 | Yongy & Dam

MIKA ANDERSON

Recojo los restos de comida que dejan los clientes en las mesas y me encamino hacia la cocina para echarlos en las canecas de basura, me duele tirar el montón de desperdicios que se acumula en menos de dos horas, pero no hay de otra.

He conseguido trabajo en Emma's, es mi primer día con turno de mañana, por tal razón no asistí al instituto. Me preocupa un poco, ya que estas semanas son de preexámenes y si no estudio lo suficiente puede que tenga que repetir año.

Esto de ser independiente es algo duro, no espero que todo sea color de rosa o que las cosas me caigan del cielo, tengo claro que para lograr mis sueños tengo que trabajar para conseguirlos.

—Mikaela, la mesa siete.

Libero un suspiro y tomo la bandeja de pizza y gaseosa en mis manos.

Cuando me dirijo a la mesa un nudo grande se forma en mi garganta y las ganas de llorar se me abarcan de inmediato. Intento controlar mi respiración para no vomitar y retrocedo con el pecho oprimido en llanto. Me escondo detrás de una columna con la respiración entrecortada mientras aprieto la bandeja con fuerza para no dejarla caer.

Eva está sentada en una mesa mientras comparte muy a gusto con una chica, mis pensamientos me hacen creer que me reemplazó por ella al instante.

Me muevo un poco, aún escondiéndome detrás de la pared para volver a mirarles y trago con asco al ver como le planta un beso en los labios y sonríe.

Me lleno de odio y planto la bandeja en la mesa con fuerza, haciendo que el vaso de coca caiga en la vestimenta de la chica.

—¡Eh! ¿Qué coño te pasa? —se queja esta, tomándose la camiseta.

Fulmino a Eva y esta aparta la mirada.

—Me dejas de hablar de la nada, dejas que sobrepiense hasta el cansancio preguntándome qué hice mal y como si nada te apareces con esta hija de su.., hermosa madre —intento no llorar—. ¿A qué juegas, Eva?

—Mik, yo... —intenta excusarse.

—¿En qué momento diste por terminada nuestra relación? Si es que alguna vez la tuvimos, porque realmente no sé si me quisiste —sonrío falsa.

—Sabes que nunca íbamos a funcionar —se levanta—, no quiero esconderme más, aún estás en ese proceso de mostrarte al mundo y sientes miedo, yo, por otra parte, estoy en una etapa en donde ya todo me vale, no me valgo por los comentarios de los demás —bufa—. No me señales como egoísta, tan solo comprende...

—¡Lo hubieses dicho mucho antes! —le empujo el hombro y todos murmuran cosas—. Lo hubieses dicho antes de entregarte todo de mí, solo me utilizaste.

—Me duele que pienses así, Mik —intenta tomar mi mano y me zafo.

—Nada te costaba responder mis mensajes, me quedé como tonta viendo el móvil esperando una respuesta...