Cherry Flavoured [Español]

🍒 Capítulo 20 |Arrepentimiento +18

NICOLLE HADAWAY

Es miércoles, por lo general no hago nada más que hacer tareas y estar encerrada, pero este miércoles es muy diferente, este miércoles Harold me había invitado a un mirador y yo estaba muy feliz por ello, quería pasar todo el tiempo con él.

—Sí, claro que sí, Sr. George. Mi asistente se encargará de todo, simplemente deje la dirección en el correo y ella estará al tanto de enviarle los paquetes que usted disponga —mi madre se pasea de un lado a otro con el móvil en la oreja—. Exactamente, llene el formulario...

Mi padre revisaba el periódico mientras la tele se encuentra encendida en el canal de noticias. Milo estaba encerrado en su habitación alistándose para ir a la escuela, con su mejor amigo Damir. Yo por una parte me escabullo hasta llegar a la salida.

Cierro la puerta lentamente y suspiro para luego volverme al BMW blanco de Harold, este lucia una sonrisa de oreja a oreja mientras masticaba un chicle.

—Tu hermano me matará —niega.

Abro la puerta para sentarme en el puesto de copiloto.

—Que se acostumbre.

Arranca y veo hacia el balcón de Milo, este se asoma fruncido y le grita unas cuatro groserías al castaño que tengo al lado. Damir intenta calmarlo mientras Harold nos pierde de vista. Sonreímos por lo bajo.

Estás semanas en la escuela han sido muy complicadas para mí, por más que intento encajar no puedo, sobrepienso mucho, no puedo quedarme tranquila y reprimirlo me estaba ahogando. Prefería mil veces soportar a el imbécil de Harold quien me llevaba a lugares solitarios en vez de interactuar con ese montón de gente.

Me agradaba su compañía, no es tan pesado como me lo imaginé y no sé si solo está actuando para conseguir algo de mí, pero me agrada, me agrada mucho.

—¿Ya estás lista para tu travesía a Brasil? —pregunta él al recostarse en la baranda gris con una sonrisa.

Sus cabellos se mueven un poco con el son del viento, llevo un mechón por detrás de su oreja y asiento.

—Sí. Bueno, eso creo, ya he comprado el boleto de avión y.., no puedo evitar sentirme nerviosa, pero, tengo que hacerlo.

Llevo mi vista al frente, la ciudad se veía hermosa desde esta altura.

—También me gustaría eso, estar alejado de todo, sin estrés, conocer nuevos lugares... —suspira—, sería genial.

—Puedes hacerlo, solo tienes que dejar esa vida de arrastrado que te cargas.

Mira a todos lados, cuidando que alguien nos estuviese escuchando.

—¿Otra vez con el tema? —frunce las cejas—. Deja de sacar en cara las cosas, no nací en una familia que me puede dar todos los lujos que se me antojen, nací en una familia en la cual, si quería algo tenía que conseguirlo por mi propia cuenta, son situaciones diferentes.