Capitulo 4

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AMIRA DARCY...

Mi boca esta seca, llevamos bastante rato volando y nunca llegamos a nuestro destino.

No recordaba lo lejos que estaba esa cabaña.

Siento mis alas pesadas, necesito descansar un poco.

Mis alas se quedan quietas un instante, provocando que el peso de mi cuerpo me lleve hacia abajo.

Y por mas que trato de mover mis alas para estabilizarme no lo logro.

Automáticamente cierro mis ojos esperando el impacto de mi cuerpo contra el suelo, pero al contrario lo único que siento, es como unas manos masculinas se envuelven al rededor de mi cintura.

Un pequeña sonido escapa de mis labios por la impresión.

—Princesa ¿se encuentra bien?– El cálido aliento de Blaker susurra contra mi oído.

–S-si– No se por que, pero su cercanía me pone nerviosa.

–Descansa un rato, puedo llevarte en brazos– Me dice mientras me regala una linda sonrisa.

–No, no, no– Digo tratando de incorporarme, pero lo único que provoco es que nos desequilibremos.

—No sea terca, princesa— Su mano en mi cintura hace un pequeño apretón, provocando que me ponga nerviosa.

—Val...— No puedo terminar de completar mi oración porque un quejido de dolor y los ojos muy abiertos de Blaker lo impiden.

Se ha quedado quieto por un instante, entonces empezamos a descender rápidamente. Empiezo a entrar en pánico ya que Blaker no hace nada para estabilizarnos, entonces lo veo...

Su hermosa ala celeste esta atravesada por una flecha.

Mis ojos se llenan de lagrimas por la imagen.

Blaker reacciona y empieza a mover sus alas para tratar de evitar la caía, pero lo único que provoca es que su ala sea desgarrada por la flecha.

Un pequeño quejido de dolor sale de sus labios.

Muevo mis alas con fuerza hacia arriba, saco fuerza no se de donde y agarro a Blaker con mis brazos y lo elevo. Logro estabilizarnos.

Se que no voy a resistir por mucho, así que empiezo a descender suavemente.

Cuando mis pies tocan el suelo, me relajo.

Bajo cuidadosamente a Blaker para no hacerle mas daño.

Su cuerpo ha empezado a temblar, su ala se ha puesto completamente negra y gran para de la otra. Su frente es adornada por una fina capa de sudor.

—Perdóname, princesa— Se disculpa Blaker.

—No pasa nada— Le susurro mientras paso mis dedos por su cabello, lo he colocado para que su cabeza este sobre mis piernas.

Nuevamente la sensación de hace unos minutos provocada por los mundanos llega a mi.

—¡Por aquí!— Grita una voz masculina a lo lejos, erizando mi piel.

Visualizo una luz roja entre los arboles, esta poco a poco se acerca mas a nosotros. Tengo ganas de alejarme e huir pero se que no puedo.

Bueno yo si, pero Blaker no.

Veo la figura de un hombre acercarse a nosotros, provocándome temor. Este se acerca y cuando lo tengo enfrente me congelo.

Lo escaneo de pies a cabeza...

No tiene alas.

Es un humano.

No se que hacer, no se como reaccionar.

Desde niña me han advertido sobre ellos, me enseñaron que nunca debo de estar cerca de ellos y que si miraba uno huyera lo mas rápido posible.

—Mira nada mas a quien encontramos— El hombre habla con una sonrisa en su rostro mientras me observa fijamente —La princesa, Amira— Mi nombre en su boca me provoca terror.

Han aparecidos como diez hombres mas y han empezado a rodearme. Me siento acorralada, miro a mi alrededor y lo único que visualizo es a un hombre apuntándome con una filosa espada.

—Que es lo que quieres?— Pregunto aterrada.

—Esto— Dice uno de los hombres acariciando mis alas con su espada. Empiezo a temblar.

—¡SAQUE LA RED!— Ordena uno de los hombres.

De la oscuridad aparece un hombre con una red brillante.

Su aura es muy fuerte y peligrosa, no se que es o que hechizo tiene, pero no es buena.

El hombre se acerca a nosotros... quiero dar un paso atrás cuando este tira la red sobre mi y Blaker.

Cuando esta toca mi piel, quema.
Un grito de dolor sale de mis labios cuando esta se envuelve en mi cuerpo.

Blaker gruñe y tiembla mas.

—Esto es... malo— Susurra con un hilo de voz.

—Tranquilo, tengo todo bajo control— Le susurro.

—Tráiganlos— Demanda uno de los hombres, provocando que los demás tomen una esquina de la red y jalen.
Mi piel empieza a doler mil veces mas.

—¡NO, POR FAVOR!— Pido con lagrimas en mis ojos, no puedo soportar este dolor y lo peor de todo es que esta red bloquea mis poderes.
Veo como uno de los hombres cae al suelo con una flecha sobre su cráneo. Los demás se alertan, dejando de jalar.

Miro a mi alrededor pero solo veo oscuridad.

Otra flecha atraviesa uno de los pecho de un hombre.

La confusión entra a mi sistema, por lo que esta sucediendo.

—¡NOS ATACAN!— Grita uno, mil años después.

Y así, poco a poco cada uno de los hombres caen al suelo con una flecha en su pecho o cabeza.

Al final queda solo uno, el de la antorcha, el que ordeno que nos llevaran.

Escucho un ruido en la oscuridad, pero no logro ver nada.

El humano frente a mi ha sacado su espada y mira a todos lados, atento.

—Sal de donde quiera que estés— Ordena el hombre. Una risa masculina obtiene de respuesta. Miro en dirección de donde proviene la risa y lo veo.

Poco a poco una figura trasciende de la oscuridad.

Cuando llega a la luz de la antorchas lo logro distinguir.

Otro humano, pero mas joven que los demás.

Un pequeño quejido de Blaker hace que el dolor vuelva nuevamente a mi, mi piel quema, por estar concentrada en otra cosa ya no sentía el dolor que me provoca la red.

Empiezo a moverme para ver si logro quitármela pero simplemente no puedo.

—¿Eden?— Pregunta el humano de la antorcha.

—El mismo en persona— Responde el otro humano con una sonrisa en su rostro.

Nuestra miradas conecten un segundo, provocando miles de sensaciones en mi.

Esos ojos marrones, me traen recuerdos.

El es el niño de mis sueño, ese que ha rondado por mi cabeza desde aquel día.

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Gracias por leer ❤️

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