Epílogo

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"Hasta el más puro ángel es seducido por la maldad"

—Hola, femina pulchra— La seductora voz del demonio llega a mis oídos.

Funcionó. Logre traer al demonio que mi madre hace unos años mando al infierno.

—Soy tu ama, Blaker.

—A tus órdenes, Lilith o mejor dicho Luz dorada— Ver como el demonio se pone de rodillas ante mí, me provoca una gran satisfacción.

Ahora el mundo sabrá lo que realmente es la maldad, el poder que tienen unas simples mentiras y un corazón roto.

No es necesario decirle a Blaker lo que tengo en mente, solo basto verme volar hacia la aldea de mundanos para saber que haré.

Los gritos de los insignificantes humanos pidiendo piedad no provocan ni la menor empatía en mí al contrario, llenan mi alma de siniestra felicidad.

—Eres hermosa, Lilith— Susurra el demonio a mi lado. Me encuentro sobre un gran árbol admirando la aldea quemarse y los cuerpos de los mundanos sin vida tirados al rededor de esta.

—¿Más que mi madre?— Mis dorados ojos se conectan con los completamente negros de él.

—Tanto como ella— una sonrisa aparece en mis labios, no es la respuesta que quería, pero tampoco está mal —Eres lo contrario a ella— Ese comentario llama mi intención.

—¿Por qué?

—Ella era luz, era esperanza y amor, tú eres odio, oscuridad, caos, venganza.

—Yo soy lo que provocaron en mi madre, hasta el más puro ángel es seducido por la maldad y mi madre no fue la excepción.

Mi padre traicionó a mi madre, destruyo todo rastro de luz en ella. Yo soy una creación a base de la venganza.

Por eso no tengo nada en mi pecho, no siento nada. Fui creada para no cometer los mismos errores de mi madre.

Tengo una única misión en mi vida, destruir este mundo, como dice la profecía, Pero también hay otra que dice que un ser de luz vendrá a detenerme, a evitar esa profecía. Pero estoy lista para enfrentarlo, estoy segura de que mi oscuridad apagara todo rastro de luz.

—Vamos— Le ordeno a Blaker luego de un gran rato en silencio, mientras extiendo mis grandes alas.

—¿A dónde?— Pregunta curioso mientras se pone de pie.

—A buscar a mi madre— Puedo sentir algo por parte de Blaker, que aunque este no sienta nada, sé que si se trata de mi madre, algo dentro de él se mueve.

—¿Sabes que tu madre es uno de los mayores monstruos que ha tocado esta tierra?— Me pregunta y no me pasa desapercibido la admiración y satisfacción en su tono de voz.

—¿Sabes que estás junto a otro de los mayores monstruos?

Él solo sonríe y mira hacia la aldea que está hecha ceniza.

—Lo sé— Susurra mientras me ve directamente.

Una fuerza extraña me hace acercarme a él y tomarlo del cuello, uniendo nuestros labios.

Trato de besarlo, pero el demonio no me responde el beso, sé que se está conteniendo y eso provoca que sonría.

—Vaya, me saliste débil demonio— Me burlo.

—¿Débil? Respetuoso diría yo, sin sentimientos pero culto.

Es débil porque tiene el recuerdo de mi madre y por eso no me regreso el beso.

Sería divertido borrar ese recuerdo y crear unos nuevo donde yo sea la protagonista…

_______

¿Pensaron que no me volverían a ver?
No mis cielos aquí andamos jajajjq

Les quiero dar una pequeña probaría de la verdadera luz Dorada o como se suele llamar Lilith.

Se quiso besar a Blaker ¿vieron?!

¿Qué habrá pasado con Amira?

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