Te encontrabas en la casa de Wakasa, el se estaba dando un baño, pues venía todo sudado y tú estabas en su habitación revisando su celular con una toalla en la cabeza, debido a que tú cabello seguía húmedo. Wakasa te permitió revisar su celular, “ después de lo que hizo" era obvio que tenías curiosidad o desconfiabas de él, es por eso que te dejo hacerlo.
Abrazabas su almohada mientras revisabas alguno que otro mensaje, en especial, las conversaciones con sus "amigas" aunque más bien, eran las chicas que estaban detrás de él.
No encontrabas nada "raro" pues casi no les respondía los mensajes, hablaba más con Takeomi y Senju, así que entraste a galería para ver qué tipo de fotos tenía en su celular, pero solo tenía fotos de y con Shinichiro, algunas parece que el las había tomado, encontraste fotos con Takeomi, alguna que otra foto de Senju pero no le diste importancia, tú también tenías fotos de Takemichi.
Seguías revisando, encontraste fotos de la primera generación de los Black Dragons, algunas fotos con su motocicleta que seguramente Shinichiro le había tomado, encontraste fotos de cuando tenía su propia pandilla, sin darte cuenta, empezar a frotar tu intimidad contra la almohada mientras dejabas ir tu imaginación, pues aquéllas fotos de Wakasa dejaban mucho que desear.
Seguías revisando la galería hasta que topaste con un álbum, al revisarlo notaste que eran fotos tuyas, incluso había una foto que no recordabas que existía, tu cara empezó a ponerse de color y la hundias en la almohada, la sacabas para seguir revisando y topaste con unas 5 fotos que no recordabas de que las habías enviado, eran tus fotos íntimas, en ese instante aquel recuerdo que creías perdido regreso a tí.
Habías intercambiado nudes con Wakasa un par de veces, nunca le pediste que las eliminará porque no te incomodaba, pero ahora tenías vergüenza, lentamente empezaste a recordar la primera vez que lo hiciste con Wakasa, seguías frotando tu intimidad contra la almohada y empezaste a soltar pequeños suspiros que poco a poco se convirtieron en gemidos, diste la vuelta mientras mantenías los ojos cerrados, sonidos eróticos salían de tu boca y mordias la almohada, tratando de no hacer tanto ruido.
— ¿Que se supone que estás haciendo? — hablo Wakasa, quien solo tenía un pants y una toalla alrededor de su cuello.
Lo miraste por unos segundos, luego caíste en conciencia de tu posición actual, soltaste la almohada y te diste la vuelta, estabas demasiado avergonzada como para mirarlo a la cara.
