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Ig: roslx_000
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La noche caía sobre la ciudad, envolviéndola en sombras y luces de neón. Las calles, aunque silenciosas, vibraban con una tensión latente. En el corazón de esta urbe, Inupi y tú se encontraban en un almacén abandonado, el punto de encuentro secreto después de la última confrontación con una pandilla rival.
Inupi se apoyó contra una pared, su camisa desgarrada y manchada de sangre. Sus ojos, normalmente serenos, ahora brillaban con una mezcla de furia y determinación.
—Te dije que no debías venir— gruñó, aunque su voz traicionaba un matiz de preocupación.
— Y te dije que no dejaría que te enfrentaras a ellos solo—;replicaste, acercándote a él con pasos decididos. —No eres el único que quiere venganza, Inupi.
—Esto no es un juego.— insistió, pero la dureza de sus palabras se vio suavizada por la preocupación en su mirada. —;No quiero que te pase nada.— se dejó caer en tu hombro mientras se embriagaba con tu aroma.
