𝒦𝒶𝓏𝓊𝓉𝑜𝓇𝒶 𝐻𝒶𝓃𝑒𝓂𝒾𝓎𝒶

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Creditos a quien me corresponda<3


Apretaste con fuerza el estante de los libros, mientras que Kazutora apretaba tus nalgas y las estiraba para introducir su lengua y con ella darte placer mientras estimulaba tu vagina utilizando tres dedos.

- Detente... - hablaste en voz baja con los ojos cerrados.

Salió de ti y apenas eran conectados por un hilo de saliva.

- ¿Que? Creí que te gustaba, ____________-san lee mucho sobre esto en esos libros. - sonrió.

Kazutora desvío su mirada a ese libro que estaba en el suelo y abierto en una página cualquiera.

- "Erik había introducido su lengua en la parte privada de Amber, la rubia mordía las sabanas mientras arqueaba su espalda y estimulaba su interior utilizando dos dedos. - Kazutora te miro cuando termino de leer aquel párrafo.

- No... - cerraste los ojos recuperando el aliento.

- Tenía curiosidad por lo que estabas leyendo ya que siempre cerrabas las piernas en algún momento... - bajó la mirada. - No pensé que tenías este tipo de pensamientos. - sonrió y mordió una de tus nalgas mientras acariciaba tus muslos.

- Nos van a ver. - mordiste el labio intentando soportar aquel ahogo.

- ¿Que importa? ¿Hacerlo de este modo, en lugares prohibidos como este no lo hace muchísimo más excitante? - su rostro se sonrojo y abrazo una de tus piernas. - Ven aquí.

Miraste hacia abajo y te pusiste de rodillas, en algún momento Kazutora te empujó con el al suelo y dejó caer tu espalda en el estante mientras se acercaba cuidadosamente a ti, respiro hondo y dijo.

- Hueles bien. - besó tu cuello.

- Espera... - apoyaste tus manos en su pecho.

- Tus pezones, déjame verlos - mordió tu oído.

- ¿Ahora? - sentías una extraña sensación que no se comparaba a esos libros.

Kazutora retiró los primeros botones de tu camisa y beso tus clavículas mientras iba descubriendo mucho más, era la primera vez que tenían este tipo de acercamientos y todo se sentía tan caliente que querían experimentar lo que estuviera a su alcance.

- Me gusta este lugar. - colocó sus manos al rededor de tus senos y los apretó para que estuvieran mucho más juntos.

- ¿Que haces? - colocaste tu mano en su mejilla.

𝐎𝐧𝐞-𝐒𝐡𝐨𝐭 𝐝𝐞 𝐓𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐑𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora