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Creditos a quien le corresponda
Ran y tú habían ido a cenar a un lujoso restaurante, apenas comenzaron a salir de manera formal pero él se encargo de hacer cada uno de tus días maravilloso. Por eso, decidió que era buena idea llevarte a cenar luego de haber regresado de su viaje de negocios, estaba bastante cansado debido a que Bonten estaba siendo señalado, pero se las arreglo para hacer tiempo para tí.
Siempre hacia las reservaciones a última hora pero eso nunca fue un problema, si no había lugares disponibles él se encargaba de mover unas cosas por aquí y por allá, todo eso para darte lo mejor y que pasarás una noche increíble como ya era de costumbre.
Y como cualquier otro encuentro, ambos fueron a tu departamento luego de cenar para pasarlo mejor. Ran llevaba una botella de champagne la cuál comenzó a servir en un vasos mientras iban en el auto, él chófer veía de reojo la escena detrás de él y era imposible no sentirse nervioso cuando dos personas estaban por follar cercas de él y este tenía que soportar la incomodidad durante el viaje.
— ¿La comida fue de tu agrado? Kakucho me lo recomendó. — Murmuró mientras tomaba un sorbo.
— Fue realmente exquisita, muchas gracias por la invitación. — recargaste tu cabeza sobre su pecho al igual que tú mano.
Ran te ofreció algo de aquel champagne, accediste y ese relleno el vaso de vidrio. Justo cuando termino esperabas a tomarlo pero este golpeo tu mano levemente y rió.
— ¿Eh? — arqueaste una ceja.
Él mayor virtio la bebida sobre su boca y sin previo aviso te beso pasando así aquel líquido hasta el interior de su boca para que tú también lo probarás algo de esa bebida se escurrió por la comisura de tus labios y cuando ambos se separaron fue inevitable para Ran no pasar su dedo pulgar por la zona húmeda.
Mientras se miraban mutuamente, él mayor dejo el vaso arrumando por algún lugar del automóvil y se lanzo hacia tí, comenzó a besar tu cuello y a pasar su mano por tus muslos.
Lo único que podías decir era pedir que se detenga, era vergonzoso para tí follar delante de una tercera persona y aunque a Ran no le importará, a ti si lo hacía.
— Shhh. — Murmuro para después silenciarte con un beso tan candente que pidas sentir como tú interior se quemaba.
Ambos se conocían desde que eran jóvenes, aproximadamente a la edad de 14 y 15 años e incluso cuando llegaron a cierta edad y ambos tenían curiosidad sobre las relaciones sexuales y el placer, ambos lo hicieron, acordaron que sería solos para experimentar pero al parecer al abstienencia no era el punto fuerte de Ran por lo que llegaron a tener eso en los lugares menos apropiados; en la biblioteca, en el salón de clases, en un callejón, en la habitación de tus padres, en el gimnasio, en la terraza, en un parque, sobre la mesa, en los baños públicos etc.
