Rory| "La soledad era fría, es cierto, pero también era tranquila, maravillosamente tranquila y grande, como el tranquilo frio en el que se mueven las estrellas y ella era esa luz explotando a la distancia, dándole calidez a su helada soledad"
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El primer día de clases, un día lleno de emociones nuevas y adrenalina corriendo por tus venas, una sensación de conocer algo totalmente nuevo y hermoso, como nuevos amigos, nuevas amigas, un nuevo amor o tal vez todo un nuevo mundo del cual anteriormente ni siquiera tenías idea de que pudiera existir. Obviamente lo que Bloom Peters esperaba ver era un mundo salido de algún libro de Harry Potter, con hadas con alas volando por todos lados y criaturas nunca vistas que eran amigables y tiernas.
En lugar de todo el país de las maravillas que se había creado en su mente ante la espera de saber cómo era el Otro Mundo, Bloom se encontró que era como el suyo solo que con poderes mágicos y personas que sabían pelear, su ilusión decayó hasta sentirse un poco decepcionada del hecho de no encontrar, aunque sea un par de alas, pero volvió a subir su ánimo al ver a gente usando sus poderes para tomarse fotos o simplemente para presumir frente a sus otros compañeros.
—por dios santo ¿estamos jugando a ver quién dura más tiempo viendo el paisaje o porque no te mueves? —una voz entre molesta y divertida hizo que Bloom se girara para ver a una mujer con una blusa de manga corta negra con unas vendas con extraños símbolos dorados adornando sus muñecas, cabello corto castaño y una mirada alegre—wow, pelirroja y déjame adivinar, un hada ¿verdad? —
—¿Cómo? Es decir, si soy un hada—sonrie un poco al decir la última palabra aun tratando de entender a la chica frente a ella—¿tú también eres un hada? —
—asco, no—dice riéndose un poco—no te ofendas, es solo que no soy un hada, soy una especialista y supe que eras un hada por tu actitud de niña delicada—
—yo no...
—por favor, nos llevaremos mejor si sabes que tengo razón—pide empezando a caminar con la pelirroja siguiéndola pues era la única persona en todo el lugar que le había hablado y que no parecía ser mala, de hecho, su actitud le agrado
—¿Cómo te llamas? —
—Rory Silva—se presenta extendiendo su mano dejando de caminar
—Bloom Peters—estrechan sus manos, sonriéndose mutuamente, encontrando en los ojos azulados de Bloom a una chica llena de sueños, ilusiones y esperanzas, como todos los de nuevo ingreso, pero había algo en sus ojos, una chispa que la hacía verse especial.
La sensación de sus manos unidas le envió una corriente eléctrica que empezo a subir desde la punta de sus dedos, recorriendo como una serpiente su mano, muñeca, antebrazo, hasta instalarse y rodear todo su cuerpo cálidamente, no sentía esa sensación desde...nunca la había sentido, era algo nuevo y embriagador.
