Rory| "La soledad era fría, es cierto, pero también era tranquila, maravillosamente tranquila y grande, como el tranquilo frio en el que se mueven las estrellas y ella era esa luz explotando a la distancia, dándole calidez a su helada soledad"
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Ocho días antes de la fiesta.
Rory se encontraba a lado de su padre, ayudándolo con el papeleo que tenía encima, tratando de dejar todas sus cosas en orden en caso de que no pudieran salvarle la vida, Rory estaba a su lado en completo silencio ayudándolo, desde que había despertado y luego de un pequeño examen medico de parte de Ben y mágico de parte de Farah, vieron que Rory no tenía ningún daño a parte del evidente, lo que alivio a los tres adultos, pues luego de la gran muralla mental que habían colocado, temían que se despertara sin ninguna clase de emoción o brillo en sus ojos, que la Rory que amaban y habían criado se hubiera desvanecido para siempre, lo cual fue totalmente lo opuesto.
Era como al no saber que tenía poderes o que era peligrosa para el mundo mágico, le hubiera liberada de una carga pesada, porque desde que había despertado sonreía mucho mas que antes, hasta había dejado de renegar y poner excusas cuando le pedían algo, Farah sabia que ese era un efecto secundario de lo que había hecho en su cerebro, pero al menos fue un efecto positivo.
—¿Cómo te sientes? —pregunta Rory preocupada al ver a su padre quejarse un poco cuando hizo un movimiento rápido para atrapar unos papeles que iban a caer al piso
—bien, solo fue un tirón—responde tomando la mano de su hija, dándole un fuerte apretón—¿tu cómo te sientes? —
—es raro saber que mi vida esta en manos de unos especialistas y es aun mas raro saber que si no logran atrapar al quemado vamos a morir, pero no quiero preocuparme por eso, quiero enfocarme en la fiesta de los especialistas que debo organizar y en mi cumpleaños el cual cae el mismo día, curioso ¿verdad? —
—¿no estás angustiada? —Saul se sentía extraño con la nueva actitud tan positiva de su hija, porque antes, ella hubiera estado deprimida, pensando en que iba a morir y tratando de dejar todo en orden, no tendría ninguna confianza en las personas que mandaron por el quemado y ni siquiera estaría preocupada por la fiesta.
—claro que sí, pero si permito que la angustia y el miedo dominen mi vida, entonces no viviré realmente, no quiero lamentarme en mi cama, esperando a que la infección haga su trabajo, quiero vivir estos días con alegría, rodeada de las personas que quiero, enseñándole a los novatos lo que he aprendido de mi excelente padre y confiar en que el sol volverá a salir para nosotros— se levanta de su asiento con un poco de dificultad por el dolor y lo abraza de medio lado con suavidad, besando su cabeza—te quiero mucho papá—
—yo te quiero aún más, Rory...mi hija, mi tesoro—murmura acariciando el antebrazo de la castaña quien sonríe alegre de sacarle una sonrisa a su padre—si quieres puedes ir a ver a Sky y a Riven, no es necesario que desperdicies todo el día estando aquí conmigo resolviendo estas cosas—señala la pila de papales
