Rory| "La soledad era fría, es cierto, pero también era tranquila, maravillosamente tranquila y grande, como el tranquilo frio en el que se mueven las estrellas y ella era esa luz explotando a la distancia, dándole calidez a su helada soledad"
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Rory estaba muy emocionada porque su fiesta ya pronto estaba por comenzar y sentía que debía pasar al menos parte de sus ultimas horas, celebrando su cumpleaños, por esa razón, estaba con su mejor amiga Terra y el resto de su grupo, ayudándose mutuamente para la fiesta, Rory a pesar de tener venas negras en su piel y los ojos mas oscuros de lo normal, se puso un poco de glitter, piedras y un maquillaje fosfo que le daba un aspecto antinatural pero gloriosos.
—wow, te ves increíble—dicen todas la verla y Rory sonríe
—sé que están siendo amables, adelante, digan que me veo bien para estar muriendo—Bloom suelta una pequeña risita por el sentido del humor de la castaña—¿alguien ha visto a Stella? —
—debe estar arreglándose en el cuarto de Sky—habla Terra siendo maquillada por Musa
—¿es cierto que hoy es tu cumpleaños? —pregunta Bloom cambiando de tema pues no quería profundizar en el hecho de que el chico que le llamaba la atención estaba saliendo con una super guapa princesa
—sí, fue una curiosa coincidencia, pero me da un motivo para celebrar a lo grande, así que ¿Qué estamos esperando? Vamos a la fiesta—exclama tomando su bolso y viendo como las demás ya estaban listas y el sol, afuera de la ventana empezaba a ocultarse.
Rory se quedo un minuto más, viendo el atardecer desde la habitación de las hadas, Terra estaba a su lado, abrazándola de medio lado, Bloom estaba a su otro lado y a los lados de ellas tenia a Aisha y a Musa, todas vieron la melancolía, el miedo y la tristeza en los ojos de la castaña, sabia que tal vez ese eral el ultimo atardecer que iba a presenciar y querían hacerla sentir menos sola, querían que supiera que a pesar de no conocerse bien o durante mucho tiempo, querían estar ahí con la castaña.
Su mirada observaba el horizonte, el sol se ocultaba y con eso traería paso a la noche, se pregunto si morir era igual que el atardecer, simplemente toda esa energía que habita en tu interior, simplemente se iría por el horizonte para unirse a algo mas grande que ella misma, dejando que la oscuridad y la noche llenara cada parte de su cuerpo mientras que su luz empezaba a extinguirse. Ojalá no fuera doloroso, al menos no mas doloroso que la infección del quemado, varias lagrimas empezaron a descender de sus ojos, manchando sus mejillas y terminando cerca de su labio inferior el cual estaba temblando.
—gracias—murmura sorbiéndose la nariz y quitándose las lagrimas restantes de sus mejillas, dándoles una sonrisa amigable y cariñosa a esas hadas—ojalá logren atrapar al quemado para tener más aventuras juntas—
—lo harán, lo van a atrapar—dice Aisha apretando suavemente su hombro para tratar de transmitirle esperanza algo que ella necesitaba mucho en esos momentos.
