Rory| "La soledad era fría, es cierto, pero también era tranquila, maravillosamente tranquila y grande, como el tranquilo frio en el que se mueven las estrellas y ella era esa luz explotando a la distancia, dándole calidez a su helada soledad"
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Cuando Stella despertó la mañana siguiente, se decepcionó al no encontrar a Rory a su lado, habían dormido juntas, eso debería significar algo, luego de que Rory llorara entre sus brazos, de que le pidiera su ayuda para detener lo que sea que le estaba sucediendo, su corazón se sintió oprimido al solo recordar el momento, de sentir a la chica que quiere con cada átomo mágico dentro de su ser, le ardía, le escocia la sola idea de que estuviera en peligro, de que alguien le lastimara.
Había visto cicatrices en sus brazos, no era tonta, sabía que Rosalind le hacia experimentos, se horrorizo ante la idea de que algún día, Rory terminé como Devin, en coma en una cama en el invernadero por no poder frenar a Rosalind a tiempo, necesitaban averiguar lo que dice el libro y descubrir que trama la directora contra Rory.
La cual, en ese momento se encontraba viendo el cuerpo herido de Devin, por fortuna, todos habían ido a cases y dado que Andreas fue a buscar a Silva de nuevo, el entrenamiento era liderado por los mismos estudiantes, así que no era obligatorio asistir, al menos no para ella, que sobrepasa a cualquier alumno.
Tenía curiosidad por el chico, se acercó, tomando su mano, sintiendo una energía recorrerla de pies a cabeza, una densa energía oscura que parecía tomarla de la mano y abrazase a todo su brazo, arrastrándose en su interior, como si le perteneciera, se alejó retrocediendo un par de pasos, con la respiración agitada y totalmente asustada.
¿Qué era lo que le estaba pasando? Se pregunto a si misma, viendo sus manos temblar, la sacude y trata de volver a estar calmada mientras sale del invernadero y se encuentra con Riven del otro lado, el chico, al ver a su mejor amiga visiblemente afectada, la toma del brazo y la lleva a una zona no tan visible.
—¿Estas bien? —pregunta, preocupado mientras le extiende un cigarrillo, Rory niega con la cabeza, no quería fumar, sentía que eso solo le nublaría más el poco juicio que le queda
—¿Nunca has sentido que hay una oscuridad realmente perversa en tu interior que quiere salir a la luz? —le pregunta caminando de un lado a otro en el pequeño rincón donde se estaban ocultando
—No lo sé, supongo que a veces, en los entrenamientos, cuando me enojo de que me estén ganando ¿no es normal?
—No me refiero a eso, me refiero a...me refiero a... ¿Si te muestro algo prometes no decirle a nadie? —pregunta con un nudo en la garganta mientras extiende su meñique hacia Riven
—Lo prometo, sabes que puedes decirme cualquier cosa, Rory—le recuerda y ella asiente, Riven une sus meñiques en la solemne promesa de que su secreto estará a salvo con él.
