【10. Brindemos】

1.1K 113 349
                                    


Tom

- En aquel entonces aun no sabía lo que significaba Febrero para Sofía. Me había esforzado por no indagar cosas de su vida por internet, quería conocer todo de ella pero en base a lo que decidiera contarme.- le sonrió al joven de cabello rizado sentado frente a mi, quien se nota cómodo en aquel sillón donde siempre le había gustado acomodarse para leer dentro de la biblioteca en casa.- Tiempo después me confesó que aquel mes del 2014 empezó con una copa de vino en plena madrugada. Pero evitó tomar de más, pues no quería perderse el almuerzo conmigo.

- ¿Cuándo supiste que ese mes era fatal para ella?- dice mientras graba nuestra conversación en su móvil.

- Solo unos días después, unas horas antes de que cumpliera 33 años. ¿Quiéres que nos saltemos lo que a mi me gusta llamar nuestra primera cita? Podemos pasar directamente a. . .

- No, cuéntame.- se inclina hacia mi con una sonrisa y no puedo evitar reír.- Me gusta escucharte, Hiddleston.— levanto mi ceja con burla al escuchar como me llamó- Además, tus ojos brillan siempre que recuerdas. En realidad, tus ojos brillan con todo lo que tenga que ver con ella.

- Siempre has disfrutado que te cuente historias, Durand- yo también lo llamo por su apellido y admiro su risa.- Y siempre has sido observador e imaginativo. No me sorprende que hayas terminado estudiando literatura.

- Ella motivó mi gusto por las letras también. Desde que me conoció le encantó ello de mi, recuerdo su sonrisa cuando le comenté mi gusto por las obras escritas. La segunda vez que nos vimos llegó con unos cinco libros que creyó que me gustarían.- lo vi bajar la mirada mientras reía, nostálgico. Probablemente irá a abrazarla cuando terminemos de charlar, no sin antes darme un abrazo a mi. Siempre hacía eso.- Tu también, claro. Y como no, Kai nos acompañaba siempre cuando me leías Shakespeare. Pero bueno, no seas cruel conmigo y empieza.

- Por supuesto- me acomodé en mi sitio, y empecé a recordar todo de aquel día- Recuerdo que. . .

2014

Había puesto la alarma para las ocho de la mañana, a pesar de que los sábados me gustaba levantarme una hora más tarde. Pero no inicié mi día de inmediato, pues tal como ella había sido mi último pensamiento del día anterior, se presentó en mis sueños como si no la hubiera pensado lo suficiente. Intenté rescatar las imágenes, pero los recuerdos de lo que soñé se disiparon rápidamente, y aun así, sentía que me había enamorado aun más de ella.

Me sorprendí por ello, puesto que si bien había estado enamorado antes de conocer a Sofía, nunca me había sentido tan encismado por alguien. Creo que fue ese momento donde entendí que cuando te enamoras de alguien, no se puede explicar por qué, simplemente pasa. Y aquello me encantaba, porque no tenía que llegar a un consenso conmigo para responder alguna pregunta, simplemente era algo que sentía y disfrutaba. 

Me estiré y lo primero que mi mente enamorada pudo pensar fue en poner una canción mientras me aseaba. Entré a la ducha bailando Sway, pero una versión más lenta que la original, lo cual solo me hizo pensar más en Sofía. En la fiesta de los Bafta danzamos juntos una canción alegre y movida, pero mi mente me imaginó bailando con ella la canción que escuchaba entonces. Un jazz lento, mientras sostengo sus caderas en mis manos y sus brazos rodeando mi cuello. Le cantaría en el oído, admiraría su rostro de cerca. Y la adoré aun más pensando eso. 

Ya que la calefacción de mi casa estaba encendida casi a todo momento en invierno, el ambiente era cálido como si fuera no hubieran tres centímetros de nieve fuera cubriendo la acera. Así que opté por simplemente vestir unos jeans y un suéter azul. Arreglé mi cabello lo mejor que pude y decidí no rasurarme la barba de 3 días que empezaba a asomarse, siempre pensé que se me veía más atractivo así y moría por que ella pensara lo mismo de mi. 

Somebody to love [Tom Hiddleston y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora