【14. Ellos】

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2014

Sofía 

El sentimiento de libertad que uno gozaba cuando estaba encima de un skate era indescriptible

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El sentimiento de libertad que uno gozaba cuando estaba encima de un skate era indescriptible. Lo sentí por primera vez cuando apenas era una niña, gracias a mi hermano, y ahora tenía el privilegio de evitar el tráfico londinense gracias a la tabla con cuatro ruedas. Me gustaba trasladarme de esa forma, porque siempre habían parques por los cuales cruzar para hacer la jornada más reducida. Aunque a Tom no le agradaba mucho, decía que en cualquier momento podía caerme o algo, pero prefería mantener esa posibilidad a tener que confiar en otra persona para conducir un vehículo por mi. Durante el año que él estuvo fuera del país, antes de lo nuestro, hice un esfuerzo por dejar ese trauma atrás, el temor constante al estar en un vehículo, y funcionó a medias. Podía subir a un taxi, mas permanecía algo tensa a lo largo del trayecto. 

Con Eminem sonando en mis audífonos, me movilicé por las calles con mi vestido amarillo siendo empujado por el viento. Tras una media hora, pude visualizar a Tom, recargándose en una de las paredes del concesionario donde habíamos acordado encontrarnos. Vestía un elegante traje negro, pero la camisa abierta y sin corbata le restaba formalidad. De todas formas, se veía divino a la lejanía, y dejaba inútil ese adjetivo de cerca.  

— Hola, preciosa.— me dio un corto beso en la mejilla. Estábamos en la vía pública así que no podía saludarlo como quisiera, aun

— Dime que no estabas esperando desde hace mucho.— pedí, no sería la primera vez que llegaba tarde por mi forma de transporte.

— Llegué tan solo hace unos minutos.— le restó importancia con un gesto.— Hay que entrar. 

Tomé mi skate con mi mano, manteniéndolo un poco alejado de mi cuerpo para que mi vestido no se ensuciara. Él me había invitado a acompañarlo a Wimbledon para presenciar un juego de tenis, el cual era muy popular al rededor del país. Pero antes quería comprar un vehículo por fin. Gracias a los diferentes proyectos que cada uno tenía, no habíamos podido salir mucho desde el mes pasado, y él insistía en llevarme a ver un modelo con él porque quería que también me gustara.

— ¿Tienes algún favorito?— le pregunté mientras miraba los diferentes vehículos de lujo. 

— Sí.— caminó hacia uno en específico.— Jaguar Z-type, es precioso. 

El modelo era, tal como él lo describió, precioso. La parte delantera era alargada y derrochaba elegancia con los faros totalmente transparentes junto a los relieves del capó. Tom abrió la puerta del copiloto para mi mientras charlaba con uno de los vendedores acerca del modelo. Por dentro, el deportivo de lujo contaba con dos asientos de cuero bastante cómodos. Tanto el tablero de mando como el timón tenían varios botones. Creo que lo que más me gustó fue el hecho de que, justo en medio de los asientos, había un generoso altavoz. A ambos nos encantaba escuchar música y cantar en los trayectos que teníamos que hacer, así que era útil. 

Somebody to love [Tom Hiddleston y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora