Somebody to love [Tom Hiddleston y tú]

【27. La mujer de mi vida】

2016

Tom

Londres se veía diferente en mis ojos. La última vez que había pisado mi país en aquel entonces fue tras el termino de mi relación con Sofía. Cuando la vi irse con una maleta y con el alma rota. Recuerdo la sensación de soledad que me inundaba cada vez que pisaba mi casa, ese lugar había pasado de significar tiempo en familia, con Sofía y Kai preparando galletas, a ser un mero recordatorio de todo lo que murió. Todo lo que había perdido, tanto en el presente como en el futuro. Pero ese día mientras tomaba las llaves de mi Jaguar para recoger a Sofía de su departamento, mi hogar se sintió diferente. Se sintió nuevo, como si nunca antes hubiera estado ahí, como si ambos (tanto el lugar como yo) espectáramos algo que sucedería ese día. 

Antes de salir vi como en la mesita al lado de la entrada seguía el cuadro de Sofía mirando hacia abajo. En algún momento de tristeza, o furia, lo había bajado para que ella no fuera lo que veía cada vez que me iba a trabajar. Sin embargo, tapar la fotografía no me había servido de nada para calmar mis sentimientos por ella. Y en ese momento, no quería calmarlos más, así que lo acomodé bien, limpié el polvo y aprecié esa foto de ella en el café. Recordé que había guardado en un cajón de mi escritorio otro cuadro así que corrí a la biblioteca a sacarlo. Cuando el dolor aun era reciente, ver la foto de Sofía, Kai y yo en la playa dentro del cuadro hecho a mano por mi novia cuando cumplimos un mes de relación, era suficiente para hacerme llorar y derrumbarme. Sin embargo, esa vez sonreí al ver de nuevo ese recuerdo. 

Sofi (H) <3

" ¿Ya vienes? :)" 

"Ya estoy saliendo, llego en unos minutos :p"

No quise hacer esperar más a Sofía, así que acomodé la foto en una repisa de libros y salí a prender mi vehículo. Vi estacionado junto a mi Jaguar el auto de Sofía, el familiar, y se me ocurrió llevar ese porque traeríamos a Bruce en su jaula. Hace mucho que no lo usaba, pero agradecí que el señor que cuidó y limpió mi casa mientras estaba ausente también se haya ocupado de mis autos, le daría un bono a fin de mes como agradecimiento. Acomodé el espejo retrovisor y vi los asientos traseros con nostalgia. Recordé a Kai, e incluso a Kai y Sofía durmiendo juntos cuando hacíamos viajes en carretera. Pero sonreí, ya no dolía recordarlo, me hacía feliz. 

Conduje hacia el lindo barrio donde estaba el pequeño departamento de ella, sonreí al recordar que yo lo había escogido y que el lugar la había hecho feliz. Las grabaciones de la serie habían terminado hace un par de semanas, efectivamente ella había vuelto a Inglaterra, pero yo me había quedado un poco más en U.S.A para cumplir con diferentes tareas. Habíamos hablado por mensajes y llamadas, incluso un par de veces antes de dormir ella me invitaba a hacer videollamadas para hablar de nuestro día. Pero no nos habíamos vuelto a ver físicamente, casi me paso una luz roja por la emoción. Le recé a todos los santos en los que creía para que ella haya decidido usar un vestido.