𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐𝟒. 𝐘𝐨 𝐬𝐨𝐲 𝐬𝐮𝐲𝐚 𝐲 é𝐥 𝐞𝐬 𝐦í𝐨

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¡Hola, ratoncitos! Antes de empezar el capítulo quería pediros disculpas por publicarlo tan tarde. Sé que prometí que subiría este capítulo el domingo (31.10.21) pero me resultó imposible. Me pilló en época de exámenes y no tuve tiempo de escribir ni una palabra. De verdad que me habría gustado publicar algo, por corto que fuera, pero no tenía escrito ni el guion del capítulo.

Dicho esto, solo me quedan tres palabras que añadir: ¡Que lo disfrutéis!


Dicho esto, solo me quedan tres palabras que añadir: ¡Que lo disfrutéis!

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CAPITULO 24. 

YO   SOY   SUYA   Y   EL   ES   MIO

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      LA NOCHE HABÍA sido verdaderamente agitada y, a estas alturas, yo solo podía pensar en irme a dormir.

      —Ethan —llamé. Él, que también se había quedado pensativo durante unos minutos, hizo un ruido para que supiera que me estaba escuchando, pero permaneció con la mirada perdida—. ¿En qué piensas tanto?
      —En que está siendo demasiado fácil.
      —¿A qué te refieres?
      —Según la guía, esta poción era de nivel intermedio, contando con que uno de los dos fuéramos un alquimista experto. Puesto que no lo somos, la poción debería ser muy difícil y, sin embargo, hemos conseguido cuatro de los ingredientes en una sola noche... Tal vez lo estamos haciendo mal.
      —Bueno, todavía no hemos empezado a prepararla —le recordé—. Y, además, hemos conseguido los ingredientes rápido porque eran fáciles de conseguir. ¿De dónde vamos a sacar agua de Glemmer, por ejemplo? ¿Qué es el agua de Glemmer, para empezar? Si te preocupa que no esté siendo lo suficientemente difícil...

      Sentí su cuerpo tensarse a mi lado, así que decidí no continuar por ahí.

      —No te preocupes. Saldrá bien —aseguré, colocando una de mis manos alrededor de su brazo y apretándolo ligeramente en señal de apoyo.
      —Eso espero —suspiró—. Porque si esto sale mal, yo... No sé qué voy a hacer si esto no resulta bien, Asia.
      —Tenemos tiempo, Rakkaani. Incluso si el vínculo nos castiga por haberlo roto, lo superaremos. Juntos. Y juntos nos desharemos de todo lo que me ata a Iván porque es contigo con el único que quiero estar.

      Ethan se inclinó sobre mí y me envolvió fuertemente el torso con los brazos, apretándome contra él en un abrazo que demostraba lo preocupado que estaba. Apoyé la cabeza en su pecho y le devolví el gesto, acariciándole la espalda con cariño con la intención de reconfortarlo.

      —¿Quieres que vayamos a tu habitación? —pregunté en un susurro. Hacía tiempo que la adrenalina del robo había desaparecido y el cansancio me estaba pasando factura.

𝔗𝔢𝔫𝔱𝔞𝔠𝔦𝔬𝔫; 𝔈𝔱𝔥𝔞𝔫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora