30 Days of Smut Challenge || Katsuki Bakugo ||

Capítulo 1 | Toques/Besos

—Hm... —me acurruqué más contra Bakugo al aburrirme de la película que estábamos viendo.

—¿Qué te pasa, extra? —cuestiona él mirándome de reojo.

—Nada, solo... ya me he aburrido —respondí sincera.

Él coloca pausa la película y me mira, cerré los ojos un momento para esconder mi rostro en su cuello e inhalar su aroma a caramelo. Amaba su aroma, era completamente embriagante. Sin poder evitarlo lo besé, sentí como se estremeció por aquel contacto, pero solo lo hice de nuevo, hasta que comencé a dejar ligeras mordidas por su cuello.

—Tsk, deja de hacer eso, fea... me estás provocando —murmura en mi oído con la voz ronca.

Eso consiguió hacerme estremecer, pero me separé un poco para mirarlo al rostro, no pude mantener la vista en sus ojos y terminé observando sus labios con gran anhelo de besarlo, ¿y por qué no? Deposite un pequeño beso en ellos, él sonríe de lado y yo volví a besarlo de forma corta dos veces más antes de hacerlo de una manera mucho larga y provocativa.

Él se mueve hasta levantarme para sentarme en su regazo y besarme de la misma forma intensa que yo hacía, sus manos comenzaron a meterse por debajo de mi ropa y a repasar mi cuerpo sin pudor. Las mías tampoco se quedaron quietas e hicieron lo mismo, acariciando su pecho y bajando por su abdomen hasta por debajo de su remera. Sus besos llegan a mi cuello y sus manos atrapan mis senos para pellizcar mis pezones y presionarlos como a unos botones.

—Mhm... —suspiré mientras aún acariciaba su marcado abdomen y subía su remera hasta destapar su pecho.

Nuestras respiraciones comenzaron a agitarse, Kastuki comenzó a quitarme la remera y la tiró a cualquier parte, yo hice lo mismo con la suya pero él me besa mientras me quita el brasier, al igual que desabrocha mi short. Nos separamos pero él baja directo a besar y chupar mis pezones.

—Ah... —me aferré a su cabeza hundiendo mis dedos en su cabello, presionándolo contra mi pecho.

Podía sentir un bulto en mi trasero que cada vez se hacía más grande, empecé a deslizar mis caderas en un vaivén suave que lo hizo soltar un leve jadeo mientras muerde mis pezones. Él levanta su rostro y encuentra mis labios de nuevo para besarme, mientras yo presionaba mis senos contra su pecho, tentándolo y consiguiendo que volviera a llevar una de sus manos a pellizcar uno de mis pezones nuevamente.

Sin embargo, en ese momento llaman a la puerta y nosotros nos detenemos de golpe.

—¡Hey, Bakubro! —escuché la voz de Denki y los demás como Sero, Kirishima y Mina.

—¿Qué quieren, malditos extras? —cuestiona Katsuki molesto por habernos interrumpido, yo me reí por lo bajo.

—¿Lo olvidaste? Hoy era tu turno de hacer la noche de videojuegos. Lo prometiste —le reprende Kirishima.

—Mierda —maldice Katsuki al recordarlo— ¡Ya voy, joder! Qué molestos.

Me reí nuevamente y me bajé de encima suyo, lo vi gruñendo y maldiciendo aún sentado en el sofá y yo, para tentarlo, me agaché para recoger mis cosas pero asegurándome de que él pueda ver mi trasero apretado por mis shorts de pijama. Al segundo sentí sus manos en mis caderas pegándo mi trasero a su bulto.

—No juegues, extra... que de por sí ya quiero mandarlos a la mierda —advierte con seriedad.

—Lo siento pero lo has prometido, bombitas, no debes romper tus promesas —respondí enderezándome y poniéndome mi remera únicamente, él mira mis pezones que se remarcaban bajo la tela.

—Tsk... —reí maliciosa y agarré mi brasier. Le entregué su remera y me fui a la habitación.

—¡Ba-Ku-Go! —se quejan los chicos.

—¡Cállense, idiotas! ¡Dije que ya voy! —brama molesto mientras se coloca su remera e intenta calmar su erección antes de abrir la puerta.

Me encerré en la habitación y suspiré divertida y cómplice antes de ir al baño a darme una ducha fría para bajar la calentura en mi cuerpo. Hm... realmente nos han interrumpido en el mejor momento.