Capítulo 4 | Sexo Oral

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Escuchaba como Katsuki estaba en su clase virtual con Aizawa, sabía que su cámara estaba prendida, pero yo realmente estaba aburrida. Lo peor que pude hacer fue comenzar a leer un manga algo... erótico, pues ahora tengo la necesidad de hacerlo con Katsuki, ni siquiera masturbarme me ha calmado, así que fui decidida.


Entré en la habitación llamando su atención, le hice gestos preguntando por el micrófono, él niega dándome a entender de que estaba apagado y yo sonreí, vuelve a mirar a la computadora y yo caminé hacia él, pero no llegando a aparecer en la cámara. Me puse a buscar mi liga para el cabello en los cajones de su escritorio, él solo me vio de reojo, pero luego volvió a mirar a Aizawa. Entonces fingí que se me cayó un bolígrafo bajo la mesa.


—Torpe —murmura en burla.

—Calla —respondí dándole un leve golpe en la rodilla—. ¿Puedes moverte?

Él resopla pero lo hace, yo me metí bajo la mesa, pero me di vuelta y me amarré el cabello, Katsuki no me prestaba atención hasta que agarré sus rodillas y las separé para seguidamente lamer su miembro por encima de la tela de sus shorts.

—¡¿Pero qué...?! —él me mira de golpe y yo sonreí con inocencia.

—Bakugo, ¿sucede algo? —pregunta Aizawa supongo que al verlo por la cámara.

—No. No pasa nada —respomde mirándome con advertencia.

—¿Entonces por qué no prestas atención a la clase?

—Es solo mi perra que está molestando —responde con una ligera sonrisa cuando le di un golpe leve en la rodilla.

—¡Bakubro! ¿Tienes un perro? —habla Kirishima.

—¡Que tierno! —exclama Mina.

—¡Genial! ¿Por qué nunca nos lo dijiste? —cuestiona Denki.

—Kacchan, que tierno.

—¡Cállate, Deku!

—Silencio, todos. Bakugo, mejor saca a tu mascota para que no te desconcentre de la clase —menciona Aizawa.

—Bien —responde este. Katsuki apaga el micrófono y me mira—. Ya oíste, afuera.


—Hm... no... —respondí, lo agarré por las piernas y lo jalé—. Mejor sigue prestando atención a la clase... mientras yo presto atención a esto de aquí...

Acaricié su miembro por encima de la tela consiguiendo que él se estremeciera un poco, pero chasquea la lengua y mira a la pantalla. Sonreí victoriosa y bajé su pantalón y bóxer liberando su miembro. Lo agarré con la boca y lo vi cerrando los ojos un momento y suspirando profundo para después intentar no hacer muecas frente a la cámara.


Sentía como su miembro crecía dentro de mi boca hasta estar firme y duro, movía mi cabeza lentamente en un vaivén, pasaba mi lengua por toda su longitud. Vi como apretaba su mano pero la baja para apoyarla en mi cabeza y sujetarme. Escuchaba sus suspiros y sentía como se contraía y tensaba, yo sonreí y seguí lamiendo y succionando su miembro. Fui cada vez más rápido hasta que para él fue casi imposible no soltar gemidos, se estaba volviendo loco y lo sabía porque su mano me agarraba con más fuerza y me empujaba más profundo, hasta que terminó por correrse y llenar incluso mi garganta.


Yo lo tragué por completo y lamí lo que escurría de su miembro.

—Bueno, eso fue todo, pueden ir... —Katsuki cierra todo antes de que Aizawa pudiera terminar de hablar y se aparta del escritorio para mirarme.

Sonreí con inocencia, pero su sonrisa me hizo temer por mi seguridad.

—¿Te has divertido, extra? Porque ahora es mi turno.

Tragué grueso pero él se levanta y me hace hacer lo mismo, jala de mí y luego me deja en la cama, no pierde el tiempo y me quita mi ropa inferior.

—Katsuki espe... ¡D..Dios...! —su lengua se abre paso entre mis labios vaginales y simula embestidas directamente.

Lame mi intimidad por completo y luego succiona y aprieta con sus labios mi clítotis, yo sentía fuertes vibraciones que me hicieron temblar. Con dos dedos abre más mi intimidad y vuelve a lamer allí.

—¡Mhg! ¡Ah! ¡K..Katsuki...!

Jadeé y resoplé ante estas sensaciones, me mordí el labio inferior pero no pude reprimir mis gemidos, él continuó lamiendo mi intimidad hasta que me corrí en su boca y él bebió todo lo que salía de mí, sin desperdiciar nada. Mi respiración era agitada y seguía temblando un poco. Él se levanta y me mira, sonríe con arrogancia antes de dejar la habitación.


—Haré el almuerzo.

30 Days of Smut Challenge || Katsuki Bakugo ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora