30 Days of Smut Challenge || Katsuki Bakugo ||

Capítulo 13 | Lugar Público

Estaba huyendo de los periodistas quienes estaban muy interesados en mi vida personal desde los chismes recientes. Entonces vi a Bakugo tratando de huir de ellos también. Fui hacia él y rápido nos metí tras unos arbustos. Ambos suspiramos aliviados cuando los periodistas de ambos pasaron de largo y se fueron en nuestra búsqueda.

—¿Qué mierda les pasa? —se queja él.

—¿Tú les dijiste algo? —pregunté.

—¡Claro que no! ¡¿Por quién me tomas?!

—Ya, ya, no grites —suspiré y me asomé para ver si seguían por allí, y sí, allí seguían—. Aún no podremos salir.

—Tsk. Que molestos.

Lo miré, estaba algo sudado por la huida, su traje de héroe se le apegaba al cuerpo y eso lo hacía verse mejor.  Mierda... Sentí mi cuerpo temblando y comenzando a calentarse, él me mira y pude ver un brillo de deseo en sus ojos, su media sonrisa ya conocida aparece en ese instante.

—Si no podemos salir... entonces hagamos algo para pasar el tiempo —propone y me aprisiona contra el árbol a mi lado.

—Estamos en una zona pública, cualquiera podría oirnos y encontrarnos —intenté calmarlo.

—¿Y eso no lo vuelve más excitante? —responde sonriendo. Se acerca a mi oreja y me susurra con su voz profunda—. La idea de poder ser descubiertos en pleno acto... ¿No te calienta?

Lame mi oreja hasta hacerme estremecer ante las sensaciones. Por supuesto que me calentaba la idea, sentir la adrenalina y la necesidad de no hacer mucho ruido...

Sonreí igual que él, pero Bakugo comienza a besarme con lujuria, sus manos van hasta mis piernas y me hace enredarlas en su cintura para pegar mi espalda al árbol. Sus manos recorren mi cuerpo tratando de hacer a un lado mi ropa, mi traje de héroe era como un traje de baño de una pieza para mejor movimiento, así que fue fácil para él correr la parte de mi braga.

Su miembro ya estaba abultado bajo sus pantalones, él lo liberó y lo frotó contra mi intimidad, yo reprimí las ganas de gemir y miré hacia un lado, esperando a que nadie estuviera viendo.

—¡Mhm! —cerré los ojos cuando Bakugo entró en mi de una embestida, su mano cubrió mi boca rápidamente y yo solté un profundo suspiro mientras apretaba mis uñas en sus hombros.

—No los veo. ¿Dónde están? —escuché al otro lado de los altos arbustos.

—Estaban por aquí...

—¡Nhm! —Bakugo me embiste con fuerza apropósito, llamando la atención de los demás.

—¿Qué fue eso? —pregunta un periodista.

—Seguramente unos asquerosos hormonales, mejor vámonos de aquí. De todos modos ellos no están por este lugar.

—Sí, que asco.

Bakugo sonríe con diversión, escuché pasos alejarse y entonces él vuelve a embestirme rápidamente.

Estuve por correrme cuando Bakugo saca su miembro y lo frota por mi clítoris haciendo que me corriera y ahogara un grito en su mano, él vuelve a entrar en mí, los sonidos de su cuerpo golpeándo el mío con mis fluidos era tan lascivo que volvía a excitarme con eso. Bakugo sonríe y me embiste una vez más antes de correrse de nuevo. Yo solté otro gemido y sentí mis piernas temblando.

—Seguramente es por esto que se enteraron —menciona riendo leve y quitando su mano de mi boca.

Sonreí divertida pero cansada por tener que controlarme tanto y asentí. Él me acomoda la ropa y luego se acomoda él, pero entonces me carga en su hombro y se va usando sus explosiones.

—No creas que terminamos... —dice dandome un azote en mi trasero.

—No lo creí ni un segundo, te conozco —respondí riendo.

Y yo tampoco tenía problemas con eso.