Capítulo 24 | Lencería

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Miré el reloj a un lado y una sonrisa se esboza en mis labios, sabía que dentro de mada Katsuki iba a llegar a casa y es lo que más deseo que haga de inmediato. No tardé en escuchar las llaves abriendo la puerta.

—Estoy en casa, extra —anuncia como de costumbre.

—Arriba Kats —respondí desde la puerta antes de ponerme en posición.

Escuché sus pasos subir las escaleras y entonces abre la puerta de nuestra habitación, encontrándose con mi sorpresa.

—¿Hm? —murmura mientras me observa de pies a cabeza.

—Feliz aniversario, mi héroe —comenté repasando mi figura con una mano, moviendo ligeramente las ligas de la lencería que traía puesta.

—Así que esta era la sorpresa —sonríe de lado jalando de su corbata y empezando a desabotonar su camisa.

—Así es, una sorpresa solo para ti —subí las piernas sobre el borde de la cama, mostrando como el hilo de la tanga se escondía entre mis labios vaginales.

—Y así deberá ser siempre —se acerca acariciando mis piernas y bajando hasta sujetar mi cintura, él apega mi trasero a su pelvis para que pueda sentir su ya emocionado "amigo".

Moví mi cintura para acariciarlo con mi trasero, sus manos acarician mi cuerpo, pasando por la tela de encaje de la lencería.

—Por favor, Katsuki, no resisto tanta espera... —supliqué frotándome aún más por su miembro.

—No te impacientes, extra. Después de todo yo soy el que siempre tendrá el control en esto.

Su mano acaricia mis pliegues y hace a un lado la tanga para frotar con sus dedos, a la vez se inclina sobre mí y besa mis labios con una pasión desbordante. Gemí en su boca por su estimulación, metió dos dedos en mí y comenzó a moverlos rápidamente, penetrándome con ellos mientras su lengua dominaba a la mía.

—Kats... —jadeé.

Bajó sus besos a mis senos, bajando la tela de mi lencería apretada hasta destaparlos, mordió y chupó mis pezones mientras aceleraba el movimiento con sus dedos. Me arqueé y gemí más alto hasta que Katsuki aparta su mano, dejándome en mi punto más alto. Odiaba que hiciera eso porque me hacía desearlo aún más, hasta el punto en el que no me importaba rogar por tener lo que quiero.

—Katsuki... por favor. No me dejes así —pedí.

—Pues entonces haz algo al respecto —responde acariciando su miembro.

Me senté y me acerqué hasta él para meterlo en mi boca y llenarlo de mi saliva, Katsuki jadea y sujeta mi cabello, él comienza a embestir mi boca hasta hacerme sentir su miembro a lo largo de mi garganta. Gemí por sentir que mi intimidad se humedecía cada vez más y que necesitaba de su miembro dentro de mí. Intenté calmarme con mis propios dedos pero no es suficiente.

—Kats... —rogue de nuevo.

Katsuki se aparta de mi boca y me da la vuelta hasta estar en cuatro, mostrándole mi trasero en la mejor posición. Sentí una nalgada que me hizo brincar, entonces sus bajan el cierre de mi lencería para aflojarlo, acaricia mi trasero, subiendo mi falda hasta la cintura y baja mi tanga hasta mis rodillas. Me sujeta por las caderas y se entierra en mí en una embestida dura que me arrancó un gemido.

—Debo decir que esa lencería te queda tan bien, extra. Pero también me hizo querer arrancártela al instante.

—¡Mhgm! ¡Oh, Dios! —no podía responderle pues el placer nublaban mi mente.

—Mírate, ni siquiera puedes decirme algo más que gemidos. Te encanta cuando te penetro así, ¿no, extra? —su dureza hizo que llegara tan profundo en mí como para tocar incluso aquel lugar tan perfecto, menos pude ser capaz de responder.

—¡Oh! ¡Sí, justo ahí, Katsuki! —mi cuerpo tiembla y mis manos se aferran a las mantas.

Él se ríe en un bufido y me da un azote para hacerme apretarlo, repite esto hasta que podía sentir la huella de su mano en mi piel. Se inclina sobre mí y baja la lencería hasta que terminó colgando completo de mi cintura. Mis senos rebotaban con cada embestida y él los sujetó para apretarlos y pellizcar mis pezones.

Vuelve a posar sus manos en mi cintura y me empuja hacia él para llegar más profundo en mí, incluso mis brazos perdieron fuerza por la dureza de sus embestidas. Oleadas de placer arrasaban por todo mi cuerpo hasta sentir que no iba a poder soportarlo por mucho más tiempo.

—¡Katsuki! ¡Mhm!

Su mano envuelve mi cuello y me hace inclinar la cabeza hacia atrás para besarme cuando él se corrió dentro de mí, llenando completamente mi interior hasta poder sentir como gran parte de su semen chorreaba por mis muslos. Gemí contra sus labios sintiendo que mi cuerpo explotaba de placer y mi orgasmo arrasaba conmigo.

—Joder... no puedo quitarme de la cabeza cómo te quedaba esa lencería —comenta como si le frustrara, pero en realidad le encantaba.

Me hace girar para tenerme frente a él separa mis piernas, volviendo a entrar en mí al estar nuevamente duro. La sensibilidad que me ha dejado el orgasmo me hizo soltar un grito de placer, el sentir como se frotaba en mi interior me hacía apretarlo más. Volvió a embestirme rápidamente hasta que mi voz no descansaba ni por un segundo, sujetó mis muñecas con una mano por encima de mi cabeza para someterme a su voluntad.

Me embistió sin dejarme oponerme, aunque de todos modos no quisiera hacerlo. Enredé mis piernas en su cintura y lo acerqué aún más a mí, su risa no pasó desapercibida, pero se calló a sí mismo al meter mis pezones a su boca.

—Te dejaré mi tarjeta y quiero que te compres todos los malditos conjuntos de lencería que quieras. Los que sean. Pero desde ahora, cada vez que vuelva a casa quiero verte de nuevo con algo así puesto.

Mis gemidos eran su respuesta, pero no contento con eso me dio una embestida mas fuerte que las demás volviendo a hacerme gritar.

—¿Y bien?

—L..Lo haré, compraré lencería —aseguré al poder tomar el suficiente aire como para hablar.

—Perfecto.

Katsuki vuelve a mis senos mientras sigue embistiendo. No pude soportarlo otra vez y volví a correrme, a la par que él volvía a llenar mi interior con su calidez.

Ha sido un buen aniversario.

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⏰ Última actualización: Sep 24 ⏰

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30 Days of Smut Challenge || Katsuki Bakugo ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora