30 Days of Smut Challenge || Katsuki Bakugo ||

Capítulo 7 | En cuatro

—Oye, Kats... ¿Qué te parece? —salí de la habitación con mi disfraz puesto para la fiesta de Halloween.

Era su traje de héroe pero versión femenina y... más revelador y sexy para tentarlo. Él, que estaba en el sofá viendo la televisión, me mira, tira su cabeza sobre el borde del respaldo y resopla.

—No —responde levantándose y caminando hacia mí—. No iremos a esa fiesta. Que los extras se jodan.

De repente me carga en su hombro y me regresa dentro de la habitación, antes de que siquiera pudiera protestar.

—¡Huh! ¡Hey! ¡Bájame!

—Silencio, extra —responde y sube las escaleras hasta la habitación.

—Oye, pero le prometí a Izuku que iría —mencioné, pero él me lanzó a la cama y quedé sentada en esta.

—No me importa el bastardo de Deku ni su estúpida promesa, tú y yo nos quedaremos a hacer algo más interesante que eso.

De repente él se quitó la remera y yo no pude no babear por su cuerpo marcado y perfecto justo frente a mí. Bueno... lo intenté... tendré que disculparme por no llegar. Sonreí de lado y me arrastré un poco más hacia atrás en la cama para darle espacio, abrí mis piernas y él se coloca en medio.

Me quita primero las granadas de los brazos y los guantes, luego me quita los mini shorts y el top.

—No te dejaré dormir en toda la noche, así que prepárate para faltar al trabajo mañana —comenta acercándose a mí y besándome directamente.

—Ya puedo imaginarlo... —sonreí y lo abracé por el cuello.

Me acosté atrayéndolo conmigo. Una de sus manos atrapa mi seno y lo aprieta mientras mete su lengua en mi boca para dominar a la mía. Me levanta la máscara y la quita, pero luego baja su mano libre a mi intimidad, en donde presiona con algo de rudeza ocasionando que mi cuerpo vibre y tenga la necesidad de abrir más mis piernas y levantar mi pelvis.

Él comienza a frotar mi intimidad y yo a jadear contra su boca. Besa mi cuello y baja a mi pezón para morderlo haciéndome arquear.

—Kats... ¡Huh!

Me sobresalté cuando rápidamente me da la vuelta, lo sentí bajarse de la cama y cuando miré hacia atrás él se estaba desabrochando el pantalón con una sonrisa. Aquella imagen me hizo jadear por lo sexy que se veía, sentí mi intimidad palpitar con deseo de tenerlo dentro de una vez. Él me mira luego de ponerse el condón y agarra mis caderas para levantarme en mis rodillas y manos.

—Así te ves mejor... —menciona con la voz ronca y sentí que me daba un azote que me hizo sobresaltar, jadear y sonreír.

—Katsuki... rápido... —pedí sin aguantarlo más.

—Amo cuando te pones a rogar —dice y me embiste de una para entrar en mí.

—¡A..Ah! —me aferré a las mantas con fuerza por el placer.

Sujetó mi cintura con ambas manos y empezó a moverse, embistiendo mi interior con fuerza mientras empujaba igualmente mi cuerpo hacia él.

—¡Mhg! ¡Ah! ¡Sí... Katsuki...! —me embiste más fuerte y consigue entrar más profundo en mí.

Una de sus manos se dirige a mi clítoris para comenzar a estimularlo mientras sigue embistiendo. Sus caderas se movían rápidamente y podía sentir la mejor fricción en mi interior el cual se calentaba cada vez más.

Empujaba dentro, golpeando en lo más profundo. Mis gemidos se hicieron cada vez más fuertes y eso parecía encantarle, pues quería que los soltara más. Mis brazos tiemblan, apenas podía mantenerme, caí sobre mi pecho pero él me impidió bajar mi trasero o detenerme. Golpea más fuerte y rápido, ya casi no podía permanecer cuerda.

—¡Joder...! ¡A..Ah! —incluso tragar saliva se me dificultaba— ¡K..Katsuki!

Las embestidas continúan hasta que no pude soportarlo mucho más. Me corrí por completo al igual que él, mi cuerpo tiembla, más cuando sale de mí, pero lo escuché abrir otro condón.

—Esto solo es el inicio, extra.

Azotó mi trasero haciéndome brincar, entró en mí, pero cambiando al otro orificio más estrecho. Solté un grito ahogado mientras el placer me hace estremecer. Dios... esto es el paraíso.