30 Days of Smut Challenge || Katsuki Bakugo ||

Capítulo 8 | Dedos

—Y... Katsuki... ¿Cómo te sientes siendo novio de __________?

—No te importa, vieja bruja —espeta Katsuki tomando su bebida.

—¡Katsuki! —le reproché a la vez que le daba un leve golpe en la cabeza.

—¡Pégale más fuerte para que deje de ser un malcriado! —exclama Mitsuki.

—¡No le digas lo que tiene que hacer! —vuelve a hablar Katsuki.

—Chicos... creo que es mejor no... —Katsuki interrumpe a su padre.

—¡Tú cállate, anciano!

—¡No le grites a tu padre!

Suspiré y me levanté de mi lugar en la mesa llamando un poco la atención.

—Iré al baño —avisé antes de irme.

—¡¿Ves?! ¡Hasta ya asustas a tu novia!

—¡Yo no la asusto, tú la asustaste vieja!

Cerré la puerta del baño dejando de escuchar los gritos, solo murmullos. ¿Cómo les digo que vine al baño porque tomé mucho líquido y la naturaleza me llamó? No es que sintiera miedo de ninguno de los dos... Bueno, no importa.

Hice mis necesidades y me lavé las manos antes de salir y regresar al comedor, por suerte ya se habían calmado un poco más.

—Oye, ¿estás bien? —Katsuki me mira.

—¿Eh? Sí, no te preocupes —le sonreí y traté de pasar a mi lugar pero él me agarra la muñeca y me hace sentarme en sus piernas.

—K..Katsuki... —exclamé sonrojada pero él me ignora, simplemente sigue comiendo sin dejarme ir aunque lo intentara.

Miré a sus padres para disculparme pero esto no parecía molestar a ninguno, ellos estaban hablando sonriendo entre ellos.

—Y entonces, __________ ¿Cómo te pudiste fijar en Katsuki? —pregunta Mitsuki.

Créame señora que no lo recuerdo, pero sé que lo amo con locura aunque no sepa porqué.

—Pues... me gustó y ya, la verdad no lo tengo muy claro ni qué fue lo que hizo para que me gustara, solo... pasó —sonreí amablemente.

Pero en ese momento sentí la mano de Katsuki desabrochar mis jeans y meter su mano, aunque yo lo agarré y lo miré sin dejar de sonreír pero preguntándole con la mirada por lo que estaba haciendo.

—¿No recuerdas lo que hice, extra? —pregunta sonriendo de lado.

—N..No... —dije haciendo esfuerzo para quitar su mano pero él la mete bajo mi ropa interior inclusive, cosa que me hizo sobresaltar.

—¿Estás bien, cariño? —pregunta Mitsuki y yo sonrojada la voltee a ver.

—S..Sí, si solo... ya... recordé —respondí, Katsuki sonríe y toma de su bebida mientras sus dedos comienzan a tocarme—. F..Fue... ejem... porq..que...

—¿Segura estás bien? —insiste ella luciendo preocupada.

—Toma, bebe algo —dice el padre dándome un poco de agua.

—G..Gracias... —dije y comencé a beber, pero Katsuki mete un dedo en mí de golpe ocasionando que me atragante con el agua.

—Dios, querida... ¡Katsuki, atiende a tu novia! ¡No seas idiota!

—¡¿Ah?! Ella está bien, ¿cierto? —me mira y yo asentí frenéticamente mientras me limpiaba— ¿Lo ves? Ahora no estés jodiendo, bruja.

—¡No me hables así, maleducado!

Katsuki mueve más rápido sus dedos mientras discute con su madre y su padre intenta calmarlos, yo estaba sonrojada y con ganas de gemir pero debía aguantar. Katsuki mete un segundo dedo y yo me removí en mi sitio, solté un jadeo que lo disimulé como un suspiro cansado.

—¡Estás cansando a tu novia con tu actitud!

No señora... me está cansando con otra cosa quitándome el aliento del placer...  Creo ya recordar lo que hizo para terminar de gustarme... había olvidado que los dedos de Katsuki hacen magia... además de su gran... "personalidad dura y duradera".

Ellos continúan discutiendo y mientras más gritan, más rápido y duro Katsuki me embiste con los dedos hasta meter un tercero. Me mordí el labio para no soltar un gemido accidental y cuando estaba por correrme decidí en girarme y abrazar a Katsuki para morder el hueco de su cuello y enterrar mis uñas en él como castigo por esto. Mi cuerpo tiembla y ellos dejan de discutir.

—¿Te sientes bien cariño? —pregunta Mitsuki preocupada.

—Tus gritos la alteran, bruja. La llevaré arriba —responde Katsuki levantándose conmigo en brazos luego de arreglar mi ropa.

—Avísame si necesitas algo o quieres que saque a Katsuki de la casa.

—¡¿Ah?! ¡Tú...!

—S..Sí... g..gracias Mitsuki-San... —agradecí interrumpiendo al Bakugo menor.

—No es nada, que te sientas mejor.

Le sonreí un poco y Katsuki se va hasta su habitación, cierra la puerta tras nosotros y me deja en la cama, fue ahí cuando yo jadeé y temblé por haberme aguantado todo, él sonríe orgulloso y mira mis fluidos en sus dedos.

—No creí que fueras a controlarte —menciona y lame sus dedos.

—¡I..Idiota! ¿Cómo s..se te ocurre hacer esas cosas f..frente a tus padres? —le reclamé avergonzada.

—Admite que... el sentir la adrenalina de ser vistos por ellos... Te excita más —susurra en mi oído, yo lo empujé y me subí sobre él para mantenerlo quieto pero no lo pensé muy bien— ¿Lo ves...? Hasta ya quieres hacerlo.

—¡Idiota! —agarré una almohada y la puse sobre su rostro tratando de ahogarlo.

Mitsuki me perdonará por matar a su único hijo... espero.