Capitulo 19

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Hanako guardó su cuchillo cuando vio a la anciana, pero siguió sosteniéndolo dentro de su bolsillo.

- Oh, eres muy joven, seguro estás perdido. Eres extranjero, ¿verdad?- Supuso la mujer acercándose a Hanako lentamente.

La señora tocó el hombro de Hanako y lo miró de arriba a abajo.

- Es una ropa bastante extraña la que llevas. ¿Viniste de vacaciones o de pasada?- Preguntó acercándose aún más, haciendo que la aparición retroceda un poco.- O-oh, lo lamento mucho, no me di cuenta. No entran muchas personas aquí, así que me pongo un poco intensa cuando alguien entra.

Hanako seguía callado, no parecía ser mucho más que una anciana atendiendo su negocio, pero seguía estando en la dimensión de Yjiama, tenía que ser cuidadoso.

- ¿Necesitas algo en específico?- La mujer volvió al escritorio y acomodó todas las cosas arriba de este.

- Necesito ubicarme. Algún mapa o una indicaciones me servirían.- Le dijo Hanako ahora un poco más tranquilo.

- No tenemos un mapa, pero si me dices lo que estás buscando puedo decirte...- La anciana fue interrumpida por el sonido de la puerta.

Un hombre alto, de aproximadamente dos metros, entró al establecimiento. Llevaba un traje de gala y le transmitía una inseguridad a Hanako que no podía describir.

Lo sintió, sintió la energía demoníaca de Yjiama inundar la habitación cuando ese hombre dio el primer paso dentro de esta.

Estaba seguro, ese hombre era el demonio, a pesar de que llevaba la apariencia de un humano.

- Buenas noches, señorita.- Saludó el hombre que entraba tranquilamente al lugar.

- Bienvenido, señor.- La señora se veía mucho más feliz al ver la presencia de Yjiama.- Ahora lo atiendo, primero debo ayudar a este joven, parece que está perdido.- Dijo casi que ignorando el hecho de que el fantasma estaba frente a ella.

- Tranquila, no estoy apurado, sólo pasaba para visitar.- Yjiama se sentó en un pequeño banco frente al escritorio y comenzó a buscar algo en su maletín.

Hanako todavía no sacaba su cuchillo. Estaba esperando el momento adecuado para atacarlo y terminarlo ahí mismo.

Esta vez no temblaba, esta vez no le tenía miedo a ese demonio. Iba a vengar la muerte de Tsuchigomori y hacer que Yjiama desaparezca.

- Bien, dime dónde tienes que ir y yo voy a...- La señora volvió a ser interrumpida por Yjiama.

- ¿Estás aquí por algo en particular?- Le preguntó mientras miraba una libreta que sacó de su maletín.

Hanako se sorprendió por un momento, dudando sobre qué responder. Pero se mantuvo firme y habló.

- Ya sabes a lo que vine. Vine a salvar al chico y a deshacerme de ti.- Hanako se preparó cautelosamente para atacar.

La mujer veía a ambos, confundida por la pregunta de Yjiama y la respuesta tan agresiva del niño.

- Buena respuesta, pero recuerda...- Yjiama dejó de hablar cuando recibió un impacto en el cuello.

Hanako clavó su cuchillo en el cuello del demonio. El lugar de la apuñalada comenzó a sangrar rápidamente y a emanar aquella niebla negra.

Yjiama intentaba hablar, pero el daño era irremediable. La anciana gritó horrorizada mientras veía cómo el hombre caía al suelo agonizando.

Mientras que la mujer gritaba por ayuda, Yjiama miraba con una sonrisa a Hanako, a pesar de que estaba muriendo.

- Siempre... estoy...- Dijo con su último aliento.

Entonces dejó de moverse.

Yjiama murió, acostado en un charco de su sangre negra, y su niebla cubrió el cuerpo sin vida por completo.

Hanako soltó el cuchillo y éste cayó cerca del cuerpo. Lo había logrado, había asesinado a Yjiama, su energía ya no se sentía.

Suspiró aliviado. Pensó en tsuchigomori, y entonces se dio la vuelta para dirigirse a la salida.

La energía de Yjiama volvió.

- Siempre estoy un paso delante de ustedes.

La mano de Yjiama atravesó el pecho de Hanako. El tiempo pareció detenerse para el fantasma.

Podía ver cómo esa mano pasaba desde su espalda hasta su pecho. Su energía había desaparecido, pero aún así, ahí estaba, tan fuerte como la última vez que lo vio.

- ¿C-cómo...?- Hanako intentaba moverse, pero se dio cuenta de que estaba empezando a desaparecer.

- Ese hombre era sólo un señuelo creado específicamente para aparentar que soy yo.- Le explicó mientras enterraba su brazo lentamente en el pecho de la aparición.

Hanako sostuvo con las pocas fuerzas que le quedaban la manga del traje de Yjiama, y arrancó un botón de esta en el forcejeo.

De un solo tirón, el demonio retiró su mano del pecho de Hanako, y este cayó al suelo, manteniéndose consciente con dificultad.

Vio el escritorio, y la señora había desaparecido. Era Yjiama, Yjiama era esa anciana que parecía ser inocente.

- Tsk, ahora tendré que esperar a que se regenere mi traje. Quiero estar bien vestido para cuando asesine a esos chicos.- Yjiama fue cubierto por su niebla negra y miró por una última vez a Hanako.- Te advertí que nuestro siguiente encuentro terminaría en un solo golpe.

Hanako se aferró con fuerza al botón mientras comenzaba a perder la consciencia.

- Lo siento... Tsuchigomori...- Hanako cerró los ojos.

Continuará...

Un Deseo (Mitsuba x Kou)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora