Teru llevó a Kou hasta su habitación. Debía decirle algo importante. Al llegar a su habitación abrió uno de los cajones de su escritorio y tomó lo que parecía ser un pergamino.
- ¿Qué es eso?- Preguntó Kou mientras veía como Teru abría el pergamino.
- Yo reconocí a esa aparición. Esa aparición es un demonio que existe hace cientos de años, y que nuestros antepasados estuvieron intentando exorcizar por mucho tiempo... sin éxito alguno.- Explicó Teru mientras le mostraba el pergamino a Kou.
Kou estaba anonadado. Se sentía como un idiota al haber hecho un trato con una entidad que había atormentado a su clan desde hace tantos años.
- Hermano... lo siento, en serio. N-no sabía en lo que me estaba metiendo.- Dijo Kou con arrepentimiento y preocupación.
- Está bien, lo sé, pero ahora debemos preocuparnos por esa aparición. Él es mucho más peligroso de lo que piensas.- Teru cerró el pergamino y lo guardó en donde estaba.
- ¿Y qué es lo que vamos a hacer?- Preguntó Kou preocupado.
- Tendremos que pensar en un plan para exorcizarlo, si es que eso es posible. Por ahora, ten cuidado donde quiera que vayas. Por alguna razón el no nos asesinó cuando tuvo la oportunidad, así que por ahora sólo se cuidadoso, y cuando lo veas, no pelees, corre.- Dijo Teru dándose la vuelta para ver a su hermano.
- ¿Qué plan se supone que idearemos para exorcizarlo?
- Yo... no lo sé, debo pensarlo. Por ahora ve a dormir.- Dijo Teru, que se sentó en el borde de su cama.
- E-está bien.- Kou veía cómo su hermano estaba bastante preocupado, pero él no podía hacer nada.
Al día siguiente, Kou fue a la librería junto a Hanako para poder hablar de la situación de Yjiama junto a Tsuchigomori.
Eran las únicas dos personas con las que Kou sentía que podía hablar sobre eso además de su hermano. Iban a tener que trabajar juntos si es que querían hacer algo con Yjiama.
- Sabía que esa cosa no podía haber sido exorcizada.- Dijo Tsuchigomori mientras leía el libro en el que había encontrado información sobre Yjiama.
- ¿Hay algo que hable sobre cómo podemos vencerlo? ¿alguna debilidad?- Preguntó Kou que se encontraba a alerta por si ese demonio se presentaba.
- Parece que también puede ser dañado por las armas que utilizaban los de tu clan.- Explicó Tsuchigomori mientras cerraba el libro.- Pero no hay mucha más información.
Entonces Teru entró a la biblioteca, se le veía un poco incómodo. Kou se acercó y se puso a su lado.
- Olvidé decirles algo. Mi hermano Teru nos ayudará a exorcizar a Yjiama.- Dijo Kou presentando a su hermano.
- Esto no significa nada.- Dijo Teru un poco molesto por tener que colaborar con los misterios.
- Je, que considerado eres.- Bromeó Hanako al ver la molestia de Teru.
- Vayamos al grano.- Dijo Teru acercándose a ambas apariciones.
Entonces Tsuchigomori se vio sorprendido y preocupado de un segundo al otro. Y su cara se volvió una completamente seria.
- Deben irse.- Dijo Tsuchigomori mientras guardaba algo en su bolsillo.
- ¿Qué?- Preguntaron todos los demás confundidos por la repentina orden del de pelo blanco.
- Me entendieron, deben irse.- Repitió Tsuchigomori levantándose de su asiento.
Se le veía extraño, cómo si algo malo estuviera a punto de suceder, algo que iba a pasar sin importar qué.
- ¿Qué es lo que te sucede?- Preguntó Hanako.
- ¡Váyanse ahora!- Tsuchigomori golpeó el escritorio con fuerza.
- Está bien, nos vamos.- Dijo Hanako mientras salía de la biblioteca junto a los hermanos.
Tsuchigomori se acercó a las estanterías de la biblioteca y empezó a buscar un libro. Estaba asustado, se le veía en la cara, pero lo único que iba a hacer era esperar.
- No sé qué se le metió, luego volveremos cuando se le pase lo que sea que le sucede.- Dijo Hanako para luego volver al baño de la escuela.
- Que cálida bienvenida.- Dijo Teru con sarcasmo.
Tsuchigomori tomó un libro y comenzó a leerlo.
- El invencible demonio Yjiama, cientos de años de antigüedad y miles de almas arrebatadas.- Leyó Tsuchigomori en voz alta, como si quisiera que alguien lo escuchara.
- No lo podría haber dicho mejor.- Dijo Yjiama, que se encontraba detrás del de lentes.
- Sabía que vendrías por mí tarde o temprano.- Tsuchigomori no se dio la vuelta para ver al demonio, solo siguió leyendo.
- ¿Es por eso que les dijiste a los otros que se vayan de la biblioteca?- Preguntó Yjiama mientras miraba los libros que se encontraban en las estanterías.
Tsuchigomori se quedó en silencio. No iba a admitirlo, pero el sabía que Yjiama se encontraba en la biblioteca, y que si él no se quedaba, cualquier otro iba a salir lastimado.
- La necesidad de sacrificarse por otros que tiene la gente como tú me dan ganas de vomitar.- Dijo Yjiama tomando un libro y ojeando algunas páginas de este.
- Entonces qué. ¿Viniste a matarme?- Tsuchigomori intentaba no temblar, ya que a pesar de la tranquilidad con la que hablaba, estaba asustado de lo que iba a hacer esa entidad.
- Al menos eres inteligente, aunque no lo suficiente como para haberte salvado a costa de la vida de los otros.- Yjiama dejó el libro en su lugar y miró a Tsuchigomori.
- Si eres tan poderoso, ¿por qué no me matas a mí y luego matas a todos los demás?
- No es tan fácil. Asesinar a una aparición consume demasiada energía, lo suficiente para dejarme inhabilitado por unos tres días. Si matara otra el mismo día moriría.- Explicó Yjiama mirándose cara a cara con Tsuchigomori.- Además de que me es imposible asesinar a un humano, pero encontraré una manera.
- Eres bastante débil para ser un demonio que atormentó a un clan de exorcistas durante cientos de años.- Se burló Tsuchigomori con una sonrisa.
- Y tú estás bastante confiado para estar a punto de desaparecer.
- Ya lo asumí desde que noté que estabas en la biblioteca.- Dijo Tsuchigomori cerrando los ojos.
De la nada, el abdómen de Tsuchigomori fue atravesado por la mano de Yjiama.
Ambos se quedaron en silencio. Yjiama retiró su mano del abdómen y tomó a Tsuchigomori por los hombros para que este no caiga al suelo.
- Yo seré el último del que te deshagas...- Dijo Tsuchigomori, para unos pocos segundos después, morir de forma definitiva en brazos de Yjiama.
- Estuviste tranquilo a pesar de saber cual era tu destino, hasta en el último momento, así que te daré un poco de crédito por eso.- Yjiama dejó el cuerpo sin vida de Tsuchigomori lentamente en el suelo.
Yjiama fue consumido por la niebla negra, solo dejando el cuerpo de Tsuchigomori.
Continuará...
Si, acabo de matar a Tsuchigomori. Siempre pensé que la mejor manera de hacer que un villano sea más intimidante es hacer que mate a un personaje.
Tsuchigomori en la historia original era un personaje que no hacía casi nada, y en la nueva versión le voy a dar mucho más propósito al personaje, ya van a ver.
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Un Deseo (Mitsuba x Kou)
RomanceKou quedó frustrado por no poder salvar a Mitsuba. Eso lo llevó a cometer un gran error. Mientras todo esto sucede Kou empezará a conocer más a Mitsuba y desarrollar algo que jamás habían sentido.