― ¿Por qué me besaste? ―dije, alzando la voz molesta, y alejándome un paso más deél. Sebastián guardo silencio, mirándome fijamente
―Porque me gustas, porque no quiero darme por vencido con esto que tenemos,porque quiero luchar por ti, por eso ―dijo, su voz firme, sin titubeos. Me quede callada, todas las respuestas que tenia se esfumaron. Me gustas, no dejaba de repetirse en mi cabeza. ―Además, sabes que también querías besarme, tanto como yo a ti ―dijo, aprovechándose mi silencio.
―Eso no es cierto ― dije, mi voz débil, incluso a mí me sonó falso.
―Lo es, y lo sabes ―presionó. Desvié mi mirada de él, tenía razón, era cierto pero solohasta cierto punto, y en un porcentaje muy bajo. Por lo que insistí en mi negativa.
―Aria, no es necesario hacer un escándalo, fue solo un beso, lo siento, no queríamolestarte, creí que también te importaba ―dijo, mirándome directamente a los ojos, como si pudiera ver dentro de mí ―De todas formas, no dejaré de luchar por ti, no pienso rendirme ―dijo, y se fue.
― ¿Estas bien? ―pregunto Benjamín. Tirando suavemente de mí brazo. Lo mire, seguía sin reaccionar.
― ¿Aria? ―dijo Aylen.
―Estoy bien, estoy bien ―dije, recuperando mi control ―No entiendo nada de nada,cada vez me siento más confundida, me vi con Sebastián, tuve uno de esos sueños o más bien recuerdos según Casia.
― ¿Quién es Casia? ― preguntaron al unísono.
―Oh, es cierto, no les he contado ―Dije. Y les conté, lo que ella me había dicho.
―Bueno, parece que ella te puede dar respuestas, ¿Por qué no vamos a verla? ―dijoAylen.
―Esto… ¿Vieron a Adrián? ―pregunte. Ambos guardaron silencio y cruzaronmiradas.
― ¿Qué ocurre? ―dije, inquieta.
―Creo que Adrián vio el beso que te dio Sebastián ― dijo Benjamín, su tono eraextraño, como compasivo.
―Tengo que ir a hablar con Casia, necesito comprender lo que ocurre
― ¿Te acompañamos? ―pregunto Aylen esperanzada ―Está bien, vamos
Saque el papel que me había entregado Casia, y observe la dirección. Era en el edificio al que había seguido a Sebastián. Cuando encontramos el departamento, toque suavemente la puerta, aun con un poco de temor, nadie respondió.
―Quizás no está ―dije, alejándome de la puerta ―tal vez tenemos que venir otro día
Benjamín se acercó y golpeo la puerta con más fuerza ―Con esos golpecitos que das, nadie te iba a escuchar ―dijo, al escuchar que alguien se acercaba. ―ahí viene.
Casia abrió la puerta, y al verme sonrió. ―No creí que vinieras tan pronto
―Pasaron cosas, y necesito que me expliques que significan ― dije, sin estar del todoconvencida con decirle las cosas a ella. De alguna forma, ella me inspiraba confianza, pero me hacía sentir expuesta el decir lo que me ocurría. Casia noto a mis amigos, quienes la observaban con desconcierto. Los miro por lo que pareció un momento eterno, y luego sonrió, se acercó y los saludo ―Hola, soy Casia ― se presentó, y se hizo a un lado para dejarnos entrar. Los chicos se presentaron a su vez. ―Pasen, tomen asiento, pónganse cómodos ―dijo, indicándonos los sillones.
La habitación era acogedora, en un costado había un estante lleno de libros y muebles llenos de figuras decorativas y lo que parecían amuletos.
―Está bien Aria, dime que ocurrió ― La mire durante un instante, intentando ordenartodos los hechos, y terminar de decidir si confiar en ella o no, me decidí por la primera opción, después de todo parecía que por una vez el destino intentaba ayudarme. Le conté todo lo ocurrido, los encuentros con Adrián, con Sebastián, los sueños y lo que había visto al estar con cada uno de ellos.

ESTÁS LEYENDO
Hilos De Amor
Romance¿y si tuvieras la oportunidad de tomar otras decisiones, que en el pasado, te hicieron perder a tu amor verdadero? ¿lo harías? Aria es una chica como cualquier otra, pero un día su vida tiene un giro, y cada coincidencia, la lleva a descubrir un tr...