Capítulo 11

9 1 0
                                    

Casi comienzo a hiperventilar, era como si luego de haber estado ciega y no ver nada en absoluto me hubiesen quitado la venda que cubría mis ojos, y mis sentidos se hubieran llenado con todo lo que captaban, imágenes, colores, ambientes, personas, hechos. Era mi historia, todo fue revelado en ese momento.

Me aleje de Sebastián, y trate de respirar con calma, no podía creer todo lo que había pasado. Estaba en shock.

―Aria ¿Estas bien? ―pregunto Sebastián, dándome una mirada extraña, una quereconocí del pasado, de cuando sospechaba que me veía con Adrián.

―Sí, solo necesito un poco de aire ―dije, intentando decidir si podía confiar o no enél. Después de todo, no sabía si la historia se repetiría, o si la podíamos cambiar, si él y yo podíamos decidir actuar de otra forma.

―Ven, vamos a caminar un poco ―dijo, dando un paso en mi dirección, quitando elespacio que había dejado al moverme, y tomándome de un brazo, para guiarme hacia un lugar más alejado de los demás. Otro flashback me ataco, de cuando me saco de esa fiesta, para reclamarme el hablar y bailar tanto con Adrián. Negué con la cabeza, mientras buscaba mi voz que parecía atorada en mi garganta.

―No, no te preocupes, estoy bien aquí ―dije intentado sonar confiada.

―Vamos Aria, caminemos ― insistió.

―Estoy bien, de veras

―Vamos ―dijo, y me tiro del brazo, no con fuerza como para hacerme daño, pero sila suficiente para moverme de mi lugar. Quería replicar que estaba bien allí, que no quería caminar con él, pero como hacía mucho tiempo que no me pasaba las palabras quedaron atoradas en mi garganta como un deseo sin decir, ya que no pude oponerme, y en mi contra camine junto a él, dejándome tirar.

―Aria ―comenzó a decir, cerrando la distancia que quedaba entre nosotros


― ¿Qué? ―pregunte de mala gana, molesta.

―Me gustas, me gustas mucho, ¿lo sabes cierto? ―

Desvié mi mirada de la de él, me sentí mal al notar que parecía ser honesto y que en cambio yo solo me estaba comportando como una niña chica, tratando de esquivarlo.

―Dime algo, por favor ―pidió. Otra imagen me golpeo, eran momentos luego delbaile que había recordado al cruzar mi mirada con la de Adrián, cuando ya todos los invitados se habían retirado, estábamos solos en el salón, y al igual que ahora yo esquivaba su mirada, sabía que estaba molesto por la forma en que había actuado, y por haber coqueteado con Adrián. Pero eso era algo que no podía evitar. Y al igual que entonces, no sabía que responder. Trague saliva.

―Sebastián ―comencé a decir, sin estar muy segura de como continuar. El suspiro,como si ya estuviera cansado.

―Sebastián ―repetí, dudando de cómo salir, de cómo decirle que me dejara en pazunos minutos sin que se molestara.

― ¿¡Qué!? ―dijo gritando, haciendo que diera un pequeño saltito en mi lugar.

―Cálmate ―pedí

―Cómo quieres que me calme Aria, te acabo de abrir mi corazón y expresar lo quesiento por ti, y tú me respondes con una indiferencia que rompe el corazón. Yo creía que sentías lo mismo, pero al parecer me equivoque, sólo estás jugando conmigo, con mis sentimientos. Al menos dime, ¿es por otro tipo?

Un escalofrió recorrió mi espalda, y esta vez estaba muy segura que nada tenía que ver con la temperatura del ambiente, era algo más profundo. Era un temor a esa pregunta, que de alguna forma sabía que en algún momento la haría, y aun no sabía cómo responder.

Hilos De AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora